21 Octubre de 2016 10:36
La letra chica del acuerdo entre el Gobierno y la CGT dice que los $ 2.000 serán para los trabajadores en relación de dependencia con las empresas grandes del país que no hayan pagado paritarias superiores al 38% y que no hayan tenido un mal año económico. Así, sólo el 13% de los empleados en blanco gozaría del bono de fin de año.
El vocal de la Unión Industrial Argentina (UIA), José Urtubey, avisó que el del bono "dependerá de cada sector".
Es que, según calculó Ámbito Financiero, sólo 1,2 millones de empleados podrían exigirlo. Por un lado, 2,55 millones de personas trabajan en las pequeñas y medianas empresas (Pymes) que no están obligadas a pagarlo. Por otro lado, 1,15 millones de personas lo hacen en compañías de entre 100 y 500 empleados que tampoco están forzadas a cumplir.
Uno de los líderes de la CGT, Héctor Daer, aseguró que "es imperativo que el bono sea para todos".
Para peor, según el Estimador Mensual Industrial, publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), sólo la mitad de los 1,2 millones de trabajadores en blanco podría recibir el beneficio extra. Es que están en sectores que acordaron paritarias superiores al 38% o por el contrario lo hacen en empresas que tuvieron un mal año.
La letra chica del acuerdo entre el Gobierno y la CGT benefició a la mayoría de las empresas.
De hecho, el vocal de la Unión Industrial Argentina (UIA), José Urtubey, avisó que el pago del bono "dependerá de la realidad de cada sector". En la misma línea, desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), presidida por Osvaldo Cornide, insistieron en que "no están obligados". En cambio, los estatales nacionales sí lo cobrarían.
Por eso, el secretario general de la Sanidad (ATSA), Héctor Daer, uno de los tres líderes de la reunificada CGT, cruzó a los empresarios que no están dispuesto a "abrir la billetera" como reclamó Juan Carlos Schmid: "La articulación del bono queda a criterio de cada sector, pero es imperativo que sea para todos".