10 Mayo de 2017 04:30
María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta, las dos principales espadas territoriales de Cambiemos tienen un problema en común: la Policía.
Vidal aceptó en la noche del martes la renuncia del jefe de la Policía Bonaerense, Pablo Bressi, jaqueado por casos de corrupción de sus subordinados. El más reciente escándalo fue el arresto del responsable de las plantas verificadoras de automóviles de la policía, comisario mayor Alberto Miranda.
Rodríguez Larreta tuvo que poner en disponibilidad a quien designó como su primer jefe de la la Policía de Ciudad, José Potocar, acusado de ser parte de un esquema de corrupción cuando era jefe de la Dirección General de Comisarías de la Policía Federal.
Bressi fue el primer jefe de la Bonaerense designado por Vidal.
En los dos casos la corrupción en las fuerzas de seguridad es el mayo desafío que deben enfrentar Vidal y Rodríguez Larreta, mientras los hechos de inseguridad no disminuyen y se convierten en un reclamo reiterados de los vecinos.
La salida de Bressi
Bressi será reemplazado en el cargo por Fabián Perroni, su actual número dos, dijeron fuentes del gobierno provincial. Vidal lo designará este mismo miércoles, aseguraron las fuentes consultadas.
La salida de Bressi se produjo luego de que el comisario mayor Miranda, jefe de Plantas Verificadoras de Automotores bonaerense, fuera detenido en la localidad bonaerense de Hurlingham acusado de recaudar dinero ilegal de coimas.
Miranda, fue detenido cuando llevaba con él 189 mil pesos, informó el canal TN. Miranda había pedido a sus subalternos que recaudarán 20 mil pesos cada responsable de una planta, agregó el canal.
Ritondo respaldó a Bressi todo lo que pudo.
El funcionario explicó que la investigación se inició a partir de una denuncia anónima, muy escueta, que refería el pago de coimas en las plantas verificadoras y las fechas en las cuáles se reunía el dinero de la recaudación ilegal.
El principal enemigo de Bressi fue la diputada nacional Elisa Carrió, una de las tres patas de la alianza Cambiemos, quien lo acusó de proteger el narcotrafico.
El renunciante fue designado jefe de la Policía en diciembre de 2015 por el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo, y reemplazó en el cargo al ex comisario general Hugo Matzkin.
Carrió había denunciado a Bressi por protección del narcotráfico.
Previo a conducir la fuerza, se había desempeñado como Superintendente de Investigaciones de Tráfico de Drogas Ilícitas bonaerense y durante años fue el "negociador" del Grupo Halcón.
Bressi había sido denunciado por la diputada de la Coalición Cívica, integrante del frente Cambiemos, Elisa Carrió por sus presuntos vínculos con el líder de una banda narco, Miguel Ángel "Mameluco" Villalba, que se encuentra detenido en el penal de Ezeiza.
La salida de Potocar
Potocar quedó detenido el 25 de abril apenas llegó a la oficina del juez Ricardo Farías, quien lo imputó de los delitos de "cohecho" y "asociación ilícita" en calidad de jefe.
El suspendido jefe policial había llegado a los tribunales acompañado por sus abogados Christian Poletti y Raúl Alcande, con la intención de hacer una presentación espontánea a raíz de los trascendidos sobre su situación judicial.
Sin embargo, una vez en el despacho del juez se enteró que ya estaba firmada su orden de detención, por lo que quedó apresado.
Potocar fue acusado de cobrar coimas.
El magistrado había hecho lugar al pedido de detención que había formulado el fiscal de instrucción José María Campagnoli, quien instruye el expediente en el que se investiga la supuesta recaudación ilegal y brindar protección a los denominados "trapitos".
Campagnoli investiga si policías de la seccional 35ª. exigían sumas de dinero a cambio de brindarles “seguridad” a comerciantes de los barrios de Núñez y Saavedra de esta capital, y la supuesta protección a "trapitos" para que pudieran trabajar en la zona sin inconvenientes, a cambio del pago de una suma de dinero.
Campagnoli impulsó la causa contra José Potocar.
En esta causa, el 12 de abril último, el juez Farías procesó y embargó por 350.000 pesos a la comisaria inspectora Susana Aveni como “jefa u organizadora” de la asociación ilícita y al subcomisario Marcelo Stefanetti como miembro.
La oficial era la superior directa del aún prófugo comisario Norberto Villarreal quien -según la investigación de Campagnoli- le ordenaba a los policías de la brigada de su seccional pedir dinero a comerciantes a cambio de "seguridad privilegiada" y también extorsionaban a "trapitos".