18 Agosto de 2016 03:25
Mauricio Macri espera recibir hoy una buena noticia de la Corte Suprema de Justicia. El presidente necesita oxígeno para salir del encierro en que quedó atrapado después de los fallos judiciales que frenaron el tarifazo. La Casa Rosada ya sabe que el máximo tribunal dará a conocer a las diez de la mañana el fallo judicial más esperado en sus ocho largos meses de Gobierno.
El presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, la cabeza del poder judicial.
Cerca de los supremos coinciden en anticipar que, en las últimas 72 horas, el esfuerzo se concentró en llegar a una decisión conjunta. Como anticipó Bigbang, el objetivo era evitar escenarios que muestren al máximo tribunal en una situación de debilidad.
Los "históricos" Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Juan Carlos Maqueda y la flamante incorporación Horacio Rosatti ajustaron los detalles de una decisión que puede sacar al macrismo de la paralisis en el tema tarifas y subsidios.
Los "históricos" de la Corte: Lorenzetti, Highton y Maqueda.
Los jueces de la Corte siguieron con atención los movimientos de los últimos días. Primero la presentación del ministro de Energía Juan José Aranguren en el plenario de Comisiones de la Cámara de Diputados.
El Gobierno evaluó como positiva la incursión del funcionario más cuestionado del gabinete en el Congreso: no cometió errores groseros como los de su visita al Senado -cuando dijo que el oficialismo aprendía sobre la marcha- y soportó con cara de poker las críticas más duras que desde la oposición le propinaron diputados del Frente Renovador como Graciela Camaño y Felipe Solá y ex kirchneristas como José Luis Gioja.
El presidente espera. La definición más importante no le pertenece.
El segundo dato que los supremos tuvieron en cuenta a la hora de redactar el fallo fue el dictamen -no vinculante- de la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó.
La jefa de los fiscales rechazó el planteo del Estado Nacional y ratificó que deben realizarse audiencias públicas antes de resolver los aumentos. Además sostuvo que las tarifas debe ser "justas y razonables, a la vez que consagran los principios de accesibilidad, gradualidad, coherencia, progresividad y previsibilidad".
Habrá que esperar al fallo de la Corte para saber si se emparenta con el criterio de Gils Carbó, se acerca más a las necesidades del Gobierno o busca pararse en una posición equidistante. Identificada durante los últimos años con el kirchnerismo, el pronunciamiento de Gils Carbó le permitiría a los supremos tomar distancia.
¿PRESIONES?
La Casa Rosada intentó por todos los medios a su alcance persuadir a la Corte de que no podía perjudicar al gobierno. En público lo plantearon con vehemencia ministros como Aranguren y Alfonso Prat Gay. El ministro de Economía sorprendió con su advertencia: "Si la corte frena el tarifazo, vamos a tener que recortar la obra pública".
Prat Gay. El ministro de Economía lanzó la advertencia más dura hacia la Corte.
Sin embargo, los mensajes del macrismo hacia la Corte no se agotaron en las declaraciones públicas. El Procurador General del Tesoro, Carlos Balbín, fatigó en las últimas semanas los pasillos del cuarto piso del Palacio de Tribunales con un sólo objetivo: ablandar a los supremos.
A las 10 de la mañana, se sabrá que priorizan los miembros del máximo tribunal. Si darle aire a un gobierno que no termina de hacer pie y se juega una parada fundamental en su primer año. O darle la derecha a los reclamos de los usuarios de todo el país que se quejan del tarifazo y preservar al mismo tiempo la legitimidad que ganó la Corte con la distancia del poder político, durante los años del kirchnerismo.
