El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, encarará las próximas tres semanas de la cuarentena como consecuencia de la pandemia del coronavirus (Covid-19) con un objetivo en la mente: poder pasar a una casi fase 5 a partir del 28 de junio. ¿Qué significa el desembarco en esa fase? La llegada de la tan esperada "nueva normalidad" al territorio porteño.
“Salvo que haya un aumento de casos exponencial, vemos que hay un desaceleración de la cantidad de contagios en la última semana que nos permitiría salir el 28 de junio”, le dijo a BigBang una alta fuente oficial. Desde antes del anuncio de la extensión por tres semanas más de la cuarentena, en el Gobierno porteño comenzaron a elaborar diferentes protocolos para muchas de las actividades que se encuentran suspendidas como es el caso de bares y restaurantes.
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En la administración porteña remarcan que, como toda nueva autorización, tiene que contar con el aval del presidente Alberto Fernández y del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Uno de los focos a resolver es cómo se aplicaría esta medida con la provincia de Buenos Aires, siempre y cuando no haya un aumento exponencial de casos. Es que a partir de hoy ambas jurisdicciones tienen particularidades diferentes.
Sin contar con los testeos del operativo Detectar, que realiza el Ejecutivo nacional, en la Ciudad ya realizaron 42.753 hisopados. Entre los que se realizan en hospitales públicos y clínicas, el promedio diario es de 1.800 test. Diez días atrás esa cifra estaba en 900. “Luego del crecimiento que tuvimos, porque se empezó a testear mucho más, ahora estamos en promedio en 400 casos diarios. Un número manejable”, agregó la misma fuente.
Un dato no menor es que esto no significa que, llegado el caso, el 28 de junio la Ciudad decida por dar por terminada la cuarentena. Sino que avanzará a una fase en donde se podrán circular más de que lo ahora se puede. La fase cuatro tiene una circulación, según los cálculos de la Casa Rosada, de un 75% y menos restricciones, algunas nacionales y otras locales.
Tal y como sucede con el resto de las medidas que se aplican los 15 días que le siguen serían claves. Ahí es donde las autoridades revisarán sus efectos y determinarán si deciden continuarlas o no. Lo seguro es que si el ministro de Salud, Fernán Quirós, al analizar los datos ve que el cumplimiento de las nuevas habilitaciones no genera un impacto sanitario se avanzarán con otras.
Una de las claves para avanzar hacia una mayor liberación es el transporte público. No sólo para los que tiene que ver con el sector privado, sino también para el control y actividades del Estado. Sin ir más lejos, el control del respeto de cumplimiento de protocolos para los rubros habilitados tiene solamente a 80 inspectores trabajando. La merma en la cantidad se debe a que muchos residen en la provincia de Buenos Aires y les otorgaron licencias para que no tengan exponerse al viaje.
“No todos tienen auto propio”, remarcan cerca del jefe de Gobierno ante la consulta sobre la posibilidad futura de transporte. Qué hacer con el sistema metropolitano es la gran incógnita que tienen las autoridades. Si bien esta semana comenzaron a funcionar los sistemas de turnos en los trenes interurbanos con el refuerzo de colectivos para mantener el distanciamiento social, lo cierto es que la cantidad de personas que utilizan los medios públicos de transporte se encuentra lejos de la circulación habitual.