“Para llevar” o “take away” en todos los rubros, obra pública privada y toda sus respectiva cadena de proceso activada, más transporte regulado por turnos serán los tres pilares básicos que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, tienen pensado enviar para su aprobación a la Casa Rosada para lo que será la fase cuatro de la cuarentena después del 10 de mayo.
Está es sólo una de las caras del cuadrado que comprenden las propuestas en el ámbito productivo, desarrollo social , cultura y de salud. La cuestión educativa, y sobre todo el regreso a clases, no será incluido en esta etapa debido a que la decisión en cuanto a cuándo se retomará el ciclo lectivo depende 100% de Nación.
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Del lado productivo es el ministerio de Desarrollo Económico, a cargo de José Luis Giusti, el que tendrá que elaborar las propuestas luego de que el ministro de Hacienda y Finanzas, Martín Mura, tal y como adelantó este medio, informó que la recaudación caería en $80.000 millones durante el 2020.Para evitar un colapso total Guisti comenzó a entablar conversaciones con diferentes sectores para implementar el sistema de “para llevar” o “take away” en cada uno de los rubros de la Ciudad.
La idea del Gobierno porteño es que desde una casa de ropa hasta una librería puedan contar con ese servicio. Pero para ponerlo en práctica cerca de Giusti admiten que tendrán que haber ciertas reglas que los comerciantes tendrán que empezar a respetar.
Una de ellas es tener recaudos a la hora de aceptar pedidos que, además, siempre deberán ser pensados para que estén disponibles a partir del día siguiente no del mismo día.
“Van a tener que tener bien en claro cuántos clientes pueden atender y durante qué horas”, agregó la misma fuente. Es decir que la Ciudad apostará a la responsabilidad de cada uno de los comerciantes.
“La medida apunta a los que no tienen en claro todavía cómo operar, o no pueden directamente, con sistemas digitales”, agregaron.
Lo mismo sucederá con los clientes. Los controles policiales se mantendrán con la misma intensidad para evitar que algunos “vivos” tomen esas chances para salir indefinidamente. “Hay que entender que esto va a ser una cuarentena administrada, no una libre circulación”, explican.
El factor preponderante para impulsar esta situación fue el informe que la CAME difundió durante el fin de semana. Allí se destacó que las cantidades vendidas por los comercios minoristas cayeron 57,6 por ciento en abril frente a igual mes de 2019, medidas en cantidades.
Mientras los rubros esenciales (Alimentos y Bebidas, Farmacias, y Ferreterías) disminuyeron 31 por ciento interanual, los que permanecieron en cuarentena tuvieron una baja promedio de 75 por ciento. Incluso si al resto se le quita Neumáticos y repuestos (-63,1%) y Librerías y Jugueterías (-67,6%) donde se observaron más locales abiertos, el desplome de los demás fue de 80 por ciento interanual.
El sondeo se hizo sobre la base de 1.100 comercios de todo el país relevados entre el miércoles 29 de abril y el sábado 2 de mayo por un equipo de 30 encuestadores localizados en las capitales del país, GBA y CABA.
El segundo punto será la obra pública privada, y toda la cadena alrededor de ella. La idea del Ejecutivo es que el pedido sea realizado en conjunto junto a la UOCRA y a las diferentes cámaras del sector para que sea “un pedido redondo” y así evitar un veto por parte del presidente Alberto Fernández algo de que de por sí entienden cerca del alcalde porteño no habría.
Para que esto sea posible se evaluará implementar algunas modificaciones en el transporte público. Entre ellas el escalonamiento. “Todos los días se evalúan diferentes estrategias ya que esto es algo que va día a día”¨, afirman desde la Secretaria de Transporte, a cargo de Juan José Mendéz.
Por estas horas el esquema que mayor impulso toma es el de horarios diferenciales en donde cada actividad, de no poder desarrollarse mediante el Home office, tenga un tiempo equis para poder utilizar el transporte público y así evitar que se formen horas pico.
Por ejemplo, y a modo de que el lector entienda, se podría plantear que las personas que trabajen en el rubro de la construcción acomoden sus horarios para viajar entre las 8 y las 10 de la mañana, los que se desempeñen en tareas de locales comerciales entre las 9 y las 11, empleados administrativos entre las 7 y las 9, y así sucesivamente. Lo mismo correría para el regreso pero todavía se encuentra en estudio.
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Uno de los principales impulsores de volver a apertura todo lo relacionado con la construcción privada es la cartera de Desarrollo Humano y Hábitat, a cargo de María Migliore, en donde mostraron su fuerte preocupación por el impacto económico de la pandemia en los barrios donde el cuentapropismo es la principal fuente de ingreso. Día a día los pedidos de alimentos y de asistencia se multiplican por la falta de empleo y la crisis.En cuanto a esparcimiento y actividades deportivas y culturales serán los ministerios de Salud, a cargo de Fernán Quirós, y de Cultura, que conduce Enrique Avogrado, los que determinen qué medidas se tomarán.