A un paso del juicio político, Norberto Oyarbide apuró los trámites de su jubilación con el objetivo de abandonar el cargo antes de que el Gobierno inició el proceso que podría terminar con su destitución. El magistrado busca, además de una salida elegante del poder, continuar percibiendo los beneficios económicos de su cargo: una vez retirado cobrará el 82% móvil.
La decisión del magistrado se produce luego de que el Consejo de la Magistratura lo citó para el próximo 5 de abril para que declare “por mal desempeño” en la causa que lo investiga por haber frenado una serie de allanamientos después de una llamada de la Casa Rosada en el gobierno de Cristina Kirchner.
El magistrado afronta un complejo escenario judicial.
Según consignó el diario La Nación, el hecho de que inicie los trámites jubilatorios no quiere decir que necesariamente deba abandonar su cargo ya que existen jueces que hacen los trámites y tienen una jubilación concedida por años, hasta que luego renuncian.
Sin embargo, Oyarbide optaría por abandonar la Justicia de manera elegante. Si el Juez deja su cargo por voluntad propia, podrá seguir cobrando del Estado casi lo mismo que hoy. Un juez jubilado percibe el 82 por ciento de su sueldo, y a eso se suma que deja de tener descuentos jubilatorios.
Oyarbide podría presentar su renuncia y garantizar una salida elegante del poder.
La situación de Oyarbide es compleja. En la reunión que determinó su citación nadie lo defendió cuando el macrismo y sus aliados promovieron el avance del caso. Los legisladores del Frente Para la Victoria estuvieron ausentes y Jorge Candis, académico aliado del kirchnerismo votó en su contra. En caso de que éste último mantuviera su voto sería el fin del Juez debido a que el oficialismo tiene ocho de los nueve votos que precisa para enviar a un juez a juicio político.
Oyarbide es investigado luego de que admitió ante la Justicia que frenó un allanamiento en una cooperativa de crédito luego de haber recibido un llamado del segundo del secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, quien supuestamente le advirtió que la policía estaba pidiendo sobornos.
Macri fue procesado por Oyarbide y su relación dista de ser buena.
El vínculo entre Mauricio Macri y el Juez está lejos de ser el mejor. Fue el propio Oyarbide quien lo procesó en la causa por las escuchas ilegales. Ante este escenario el Presidente podría decidir entonces no aceptarle una eventual renuncia y apostar a que lo destituya el Tribunal de Enjuiciamiento, sin embargo parece indicar que no lo hará.