Lo que comenzó como un viaje para visitar a su esposa y a su hijo en Venezuela, se transformó en un calvario para el gendarme argentino Agustín Nahuel Gallo. A pesar de contar con todos los documentos necesarios para su ingreso, incluidas cartas de invitación y un itinerario detallado, el gobierno sospecha que Gallo está detenido en el temido centro de reclusión conocido como El Helicoide, acusado de terrorismo por el gobierno venezolano.
La carta de invitación firmada por su esposa, María Alexander Gómez García, era clara: el objetivo del viaje era estrictamente vacacional, con una duración no mayor a 30 días. En el documento, dado a conocer en las últimas horas, su pareja se comprometía a cubrir los costos de su estadía y garantizar el cumplimiento de las leyes venezolanas. Sin embargo, el canciller, Yván Gil, y el ministro del Interior venezolano, Diosdado Cabello. afirman que el gendarme tenía intenciones de infiltrarse en un supuesto "plan terrorista". Estas acusaciones fueron calificadas como "mentiras" por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
En diálogo con TN, la funcionaria resaltó que "nadie que va a hacer espionaje dice que es gendarme". Además, acusó al régimen de Nicolás Maduro de utilizar a Gallo como una pieza más en una estrategia de tensión internacional. "Es una declaración de guerra a la Argentina. Una cosa es tener malas relaciones y otra es secuestrar gente", manifestó la funcionaria. Las sospechas del gobierno argentino apuntan a que Gallo está detenido en El Helicoide, un centro conocido por ser escenario de torturas y violaciones a los derechos humanos. "Estamos viendo todas las alternativas posibles. No es el único que está en esta situación", dijo Bullrich.
La confirmación de Cabello sobre la detención del gendarme fue considerada por la ministra de Milei como un avance importante, ya que en otros casos el régimen ha negado la existencia de prisioneros extranjeros. "Queremos ver en qué condiciones está y que lo devuelvan de inmediato", declaró Patricia y agregó: "Que Diosdado Cabello lo haya admitido es importante. El reconocimiento fue importante, porque en algunos casos no lo han hecho abiertamente".
El caso de Gallo no es un hecho aislado. Según Bullrich, el gobierno de Maduro tomó al menos 20 rehenes de diversos países, incluyendo ciudadanos de Brasil, Colombia y Estados Unidos, como parte de una estrategia para fortalecer su posición antes de la asunción de su nuevo mandato en enero. "Paso lo mismo con otros rehenes, lo que está haciendo el régimen dictatorial es juntar rehenes para llegar al 10 de enero (día en el que asume su nuevo mandato "el hijo de Chávez"), dijo.
Y acusó: "Se calcula que el régimen tiene al menos 20 rehenes de diversos países, entre ellos Brasil, Colombia y Estados Unidos. Lo que está haciendo el régimen dictatorial es juntar rehenes para mostrarse al mundo". La ministra también remarcó que la situación de Gallo es extremadamente delicada: "Las decisiones son reservadas porque está en juego su vida. Queremos una devolución sin ningún tipo de condicionamientos. las decisiones son reservadas porque está en juego la vida de Nahuel Gallo".
En Argentina, la familia de Nahuel Gallo enfrenta la angustia de no saber en qué condiciones se encuentra. Su esposa, quien había organizado el viaje para que él pudiera compartir tiempo con su hijo, ahora ve cómo sus vidas son arrastradas al centro de un conflicto internacional. Mientras tanto, el gobierno argentino se encuentra ante un desafío diplomático crucial. La situación de Gallo pone a prueba la capacidad del país para proteger a sus ciudadanos en el exterior. La vida de Nahuel Gallo está en vilo, y con ella, también la integridad de los derechos humanos y la diplomacia internacional. La presión crece, pero el destino del gendarme sigue siendo incierto.