El año 2017 comenzó y el tema de los piquetes sigue en primer plano. Los reclamos al gobierno nacional y el gobierno de la ciudad se multiplican y los cortes de calles también. Protestas de organizaciones sociales, piquetes de trabajadores despedidos, cortes de vecinos que no tienen luz ni agua: los motivos son infinitos y la administración Cambiemos parece un arquero que pasa sus días atajando penales.
El protocolo de Bullrich aún no logró resultados contra los cortes.
Archivado por inviable el protocolo antipiquetes que hace un año ideó la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, ahora es el gobierno de la ciudad el que busca una solución.
El Gobierno porteño ante el desafío de los piquetes.
Consultado por los cortes que se repiten en las esquinas porteñas, el vicejefe de gobierno, Diego Santilli, sostuvo hoy que desde la comuna intentarán "correr los piquetes analizando cada situación" específica, para "liberar los carriles, y hacer que la gente pueda transitar".
Luego de un diciembre cargado de manifestaciones, Santilli habló con Radio Télam y dejó algunas definiciones. El funcionario diferenció la "manifestación" de los "piquetes, porque estos últimos se hacen cuando alguien quiere darle visibilidad al tema".
Santilli afirmó que los manifestantes cortan las calles en Capital Federal por "el reflejo de los medios de comunicación", ya que "personas de una empresa alojada en otra provincia" hacen el piquete en la Ciudad "para que se visualice la manifestación".
"Como sociedad nos hacemos daño", dijo Santilli.
“Como sociedad nos estamos haciendo un gran daño a medida que avanzan estas situaciones”, dijo y después esbozó una idea bastante remanida: "el derecho de uno termina cuando empieza el del otro, y el derecho general está por encima del individual".
"Tenemos que lograr que la gente pueda llegar al trabajo porque pierde presentismo, pierde salario; y tenemos que lograr ese equilibrio razonable de convivencia que en diciembre uno no lo sintió".
La nueva Policía
El vicejefe de gobierno porteño también se refirió a las tareas que tiene por delante la nueva polícia de la ciudad. Sostuvo que "el principal hincapié estará en el barrio de Flores", luego de las protestas de los vecinos como consecuencia de la muerte de un niño de 14 años víctima de un hecho delictivo.
Los vecinos también se quejan de la falta de accionar policial.
Y concluyó: "nuestro compromiso es entrar en una comisaría y no ver policías adentro sino administrativos", porque "al Estado le cuesta muchos recursos formar policías, y necesitamos que estén cumpliendo las funciones para lo que fueron formados. En la calle y no en la comisaría, eso es lo que con (el jefe de gobierno porteño) Horacio Rodríguez Larreta aspiramos".