22 Septiembre de 2016 09:03
El Gobierno prepara una serie de modificaciones estructurales para las universidades creadas durante el kirchnerismo que forman parte de la herencia recibida en materia educativa.
En ese sentido, desde el ministerio que conduce Esteban Bullrich, buscarán darle un perfil más “técnico” a las instituciones y barrer de esta forma con el legado K.
El Gobierno implementará cambios en la currícula de las Universidades.
De un tiempo a esta parte, el ministerio de Educación trabaja en la puesta en marcha de las instituciones creadas por Cristina Kirchner, pese a que muchas de ellas no se encuentran en funcionamiento.
Hace dos días, en la sede de la cartera educativa, Bullrich recibió a los rectores que integran el denominado bloque federal, que nuclea a representantes de las universidades de Buenos Aires, La Matanza, Lomas de Zamora, Hurlingham, Rafaela y Chilecito, entre otras. Se trata de un sector peronista que buscan desvincularse del núcleo duro "K" con el objetivo es influir en la política universitaria.
Esta flamante liga de universidades está dentro del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) que agrupa a todos los rectores de las universidades nacionales del país.
Bullrich acercó posiciones con un sector federal de universidades.
De esta forma se intentará mejorar la articulación entre el CIN y el gobierno, al discutir una agenda de trabajo común en la que se tratarán cuestiones como el presupuesto 2017, y el aumento de la participación de las universidades públicas en el directorio del CONICET.
De esta forma el macrismo logró sepultar la antigua influencia del kirchnerismo en materia educativa, y con el anuncio de inversiones, tener de su lado al sector federal.
Las universidades tendrán un perfil "más técnico".
En este sentido, el Gobierno tiene previsto invertir más de 330 millones de pesos para completar la normalización y poner en marcha las siete universidades nacionales (tres de ellas en Provincia) que aprobó el Congreso en 2014 y 2015, según consignó Clarín.
A partir de ahora no habrá carreras “tradicionales” como medicina, economía y derecho. Se promoverán tecnicaturas cortas y profesiones relacionadas con las actividades productivas de cada región.
