29 Octubre de 2018 10:40
Fue el símbolo de la política de generación energética durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner, la misma por la cual el ex ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, se encuentra investigado en la Justicia. Se trata del buque regasificador belga Exemplar que abandonó hoy el puerto de Bahía Blanca en donde cumplía la función de convertir el gas natural de los buques metaneros en estado gaseoso para poder ser inyectado a la red nacional de distribución.
En 2008, ante los primeros signos fuertes de la crisis energéticas, De Vido pensó en esa opción como un paliativo para lo que se esperaba fuera un inverno duro. Sin embargo la solución parche se extendió por una década con un costo de $40.000 millones. Hoy el presidente Mauricio Macri encabezó junto al secretario de Energía, Javier Iguacel, y el intendente de la mencionada localidad, Héctor Gay, presenciaron la partida del buque. El motivo es que pasará a no ser necesario como consecuencia de la explotación del yacimiento de Vaca Muerta, en la provincia de Neuquén.
El presidente junto al secretario de Energía y el intendente de Bahía Blanca.
"Con ese barco se instaló el engaño, la mentira, decirnos que la energía era gratis y que nadie lo pagaba y que nunca se iba a acabar y, como siempre, la mentira tiene patas cortas”, agregó el mandatario. Según informó el Gobierno, el volumen de gas que regasificaba el buque ahora se cubrirá con el proveniente de Vaca Muerta. Se trata de los 17 millones de metros cúbicos de gas al día, fundamentalmente en los meses de julio y agosto, y eventualmente junio y septiembre.
El Exemplar de fondo durante el anuncio de Macri.
Se estima que se pagó un promedio de 150.000 dólares diarios en concepto de costos de operación por cada buque regasificador, cuya función fue convertir a estado gaseoso el gas natural licuado de los buques metaneros (transportan gas natural licuado) para luego inyectarlo a la red nacional de distribución.
En 2014 se llegaron a desembolsar hasta U$S 17,5 promedio el millón de BTU de los buques que llegaron a Bahía Blanca y Escobar, y se llegó a pagar casi 2.000 millones de dólares en los años de mayor importación de gas natural licuado, particularmente en 2013, informó el Gobierno
Sin embargo, no todo es color de rosa debido a que al contar con una fuente menor de procesamiento (aunque no fuera eficiente) se queda expuesto a dos variables que pueden llegar a impactar de lleno en el invierno de 2019:
Que se retrase la extracción y procesamiento del shale gas
Que haya una demanda más alta, como puede suceder en el invierno, y no de abasto.
En ambos escenarios la solución es cortar el suministro o pagar más caro la importación.
