Los problemas que atravesó la obra del Paseo del Bajo ya son de público conocimiento. Desde que comenzó el proceso de licitación por parte de la empresa Autopistas Urbanas Sociedad Anónima (AUSA), todas las miradas estuvieron puestas en dos de los tres tramos que se ponían en juego: el A y el C. Pero ahora, por el informe que realizó la Auditoría General de la Ciudad se terminó de conocer que existió una serie de cambios que terminaron por beneficiar a una de las empresas más vinculadas al macrismo: IECSA.
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Es que el primero tenía una fuerte oferta de la empresa Corsán-Corviam, la filial argentina de Isolux (una empresa española que es conocida como la Odebrecht de dicho país por el pago de coimas en México) que era mucho más barata que las demás; y el segundo tramo mencionado -que era el más caro de todos-, al que la constructora IECSA, que en ese entonces todavía pertenecía al primo del presidente Mauricio Macri, Angelo Calcaterra, tenía puesta su mirada.
El primo de Macri y ex dueño de IECSA, Angelo Calcaterra.
El resto es historia conocida. A mitad del año pasado, AUSA tuvo que “puentear” a Corsán-Corviam debido a que sus cuentas se encontraban congeladas como consecuencia de la investigación judicial en su contra en España y también por el temor de que la empresa termine utilizando los fondos de la obra para otros fines. Luego de un par de meses con esa situación, AUSA rescindió el contrato con la empresa y, ante la imposibilidad de otorgárselo a la segunda mejor oferta por ese tramo que había sido la de IECSA, decidió que el tercero en las evaluaciones se haga cargo.
Ese mismo año, el 2016, la Auditoría General de la Ciudad aprobó en su plan de informes auditar cómo fue todo el proceso de licitación que realizó AUSA y que coordinó el ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte, a cargo de Franco Moccia. En dicho informe, entre varias irregularidades, se menciona que antes de que se finalizará el proceso de licitación AUSA mediante tres circulares a las que tuvo acceso en exclusiva BigBang, modificó las condiciones de aperturas de sobres que originalmente iban a ser en forma simultánea para los tres tramos, pero luego se decidió hacerlo escalonado.
En las circulares se estableció que el orden sería primero el Tramo C, el más caro, después el B y por último el A, que es el más barato de todos ellos. La lógica era que primero se abrían los Sobres N°1 en donde estaba la oferta técnica y luego de que fueran aprobados los estados de las empresas se pasaría al Sobre N°2 en donde está la oferta económica.
Pero todo esto se invirtió y se empezó por el A para luego abrir en simultaneo el B y el C. A continuación el detalle.
4/11/16 se abrió el tramo A sobre 1. Pero la particularidad que encontró la Auditoria es que nadie de la comisión evaluadora firmó con su nombre el informe. La copia del acta de la aprobación de las ofertas no le fue remitida a la Auditoría.
29/11 se abrió el Sobre 2 de dicho tramo.
El 15/12 se abrió el sobre 2 del Tramo B en el cual ya hubo denuncias por parte de otra de las empresas que participaron en las que aluden al estado judicial de Corsán-Corviam pero a la cual AUSA responde que no corresponden debido a que como ya tiene adjudicado el tramo A no puede competir por el B.
La apertura de la oferta económica del Tramo C, es decir el Sobre 2 se realizó el mismo día. En ella IECSA se presentó con un presupuesto 29% menor a lo que era la oferta lo que la dejó como ganadora absoluta.
La sospecha con el cambio de fechas llama la atención. Al indagar un poco en cómo fue todo el proceso que vivió Corsán-Corviam, cuando el Banco Santander y la aseguradora La Caja se hacen cargo de la filial argentina, cuestión que después la Justicia en España dejó nula, buscaron hacerse de una cartera de obras para recapitalizar a la empresa para luego venderla. Es por eso que, según relataron fuentes del rubro, apuntaron a hacer ofertas bajas en todas las licitaciones en las que podían competir.
En la Ciudad, esto era sabido por varios funcionarios de la administración, que incluso explicaban que era imposible poner reparos para que Corsán-Corviam se quedara con el Tramo A, ya que la licitación internacional era con las reglas que puso el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que aprobó el préstamo de U$D 340 millones para la obra; a los que se le sumaron otros U$D 360 millones que financió el Ejecutivo porteño. Es que para el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, esta obra es con la que busca dejar su sello.
"Al momento de emitir esa circular se habían presentado todas las ofertas y los sobres 2 estaban todos cerrados, por lo que no había forma de direccionar el proceso. Así que de ninguna manera se hizo nada para alterar el proceso, ni los ganadores", sostuvieron desde la cartera de Desarrollo Urbano y Transporte ante la consulta de Big Bang.
A eso se le suma que la Procuración General de la Ciudad le dijo a AUSA que tenía que volver a inspeccionar la capacidad técnica y económica del contratista para poder cumplir con las obligaciones derivadas de la misma. “Lo que pasó ahí es que Astarloa se cubrió para no quedar expuesto”, explicó a BigBang una fuente al tanto de la situación. Esa, además, fue una de las conclusiones a la que llegaron los auditores en el informe y que fue votada el miércoles pasado en el colegio por 4 votos contra 3.
Después de todos los cambios que hubo, las ofertas por los tramos del "Bajo" quedaron de la siguiente manera:
Tramo A: Corsan-Corviam con una oferta de $1.547.000156, un 17% menos que el precio máximo para ofertar.
Tramo B: Green SA-CEOSA-PBT UTE con una oferta de $1.640.529.222, un 12% menos que el precio máximo para ofertar.
Tramo C: IECSA-Fontana Nicastro SA UTE con una oferta de $3.183.245.156, un 29% menos que el máximo para ofertar.
Lo que sucedió después es histórica conocida. En octubre del año pasado, Corsán-Corviam tuvo problemas para empezar a afrontar los pagos a los proveedores de la obra, debido a que el Juzgado Mercantil N°1 de Madrid, en ese entonces, habilitó el proceso de venta de activos de la empresa, que hasta septiembre de hace año había recibido ofertas de adquisición. Eso generó que en la Argentina, AUSA comenzó a pagarle directamente a los proveedores y así “puenteó” a la mencionada empresa, para no tener mayores demoras en el Paseo del Bajo.
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Es por eso que en noviembre se tomó la decisión de avanzar con la ruptura del contrato y la contratación de la empresa que había quedado tercera en la licitación, JCR-COARCO SA UTE, para que recupere el tiempo perdido y se haga cargo de lo que resta de la obra. “Si se demoraba más en actuar íbamos a tener demoras ya irrecuperables con lo que los plazos de la obrase iban a estirar demasiado”, explicaron en ese entonces desde la cartera de Moccia.
La intensidad de los trabajos, y la rápida acción de dicha cartera y de la Procuración desde el punto de vista legal, hicieron que la obra no sufra demoras y que recupere el tiempo perdido por lo que será inaugurada en el tiempo previsto.
La respuesta de la Auditoria
Con respecto al tema, desde el oficialismo señalaron que “es necesario recordar que la AGCBA realiza un control ex post de la gestión de los recursos públicos que ejecuta el Poder Ejecutivo, por lo que para auditar esta obra en particular se deben haber ejecutado las distintas etapas de la misma”. Asimismo, informaron que en el 2017 la AGCBA ya auditó la documentación técnico-administrativa que posibilitó el proceso licitatorio de la obra: “Justamente, en el informe que se acaba de aprobar, se analizó desde la titularidad de dominio de los terrenos en los cuales se ejecuta la obra, los convenios para el financiamiento del proyecto y las distintas licitaciones de la obra”.
Finalmente, desde el sector del oficialismo de la AGCBA aseguraron que “en la medida que la etapa constructiva avance, se procederá a auditar lo concerniente a la ejecución de la obra. De acuerdo a los plazos contractuales, la infraestructura se concluirá en el primer semestre del 2019. Este dato de la realidad nos permitirá planificar una auditoría de la etapa constructiva para el plan de auditorías del 2020”.
El jueves justamente desde la oposición al PRO en la Ciudad intentaron conseguir que la Auditoria apruebe auditar la obra del Paseo del Bajo en el plan del año que viene; pero, gracias al voto del auditor que le responde al peronismo (Hugo Vázquéz), el oficialismo consiguió los cuatro votos para evitar que esto se trate. La paradoja es que la situación se vivió menos de doce horas después de que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, dijera en América Tv que se encuentra abierto a que cualquiera investigue las obras de la Ciudad en busca de irregularidades.
GonzaloPrado