por Rafael Saralegui
22 Julio de 2016 18:08Más allá de los anuncios para la tribuna, todo está en veremos. Esta semana, la mayor parte de los dirigentes de la AFA le envió una carta al Gobierno en la que anunciaba la intención de romper el contrato del Fútbol Para Todos por el que recibe en la actualidad $ 1.800 millones al año (unos US$ 120 millones). Y el Gobierno anunció que estaba dispuesto a romperlo. Pero no se informó mucho más, salvo el interés del Ejecutivo para que la televisación de los partidos llegara a los usuarios en forma gratuita, como hasta ahora.
“Todo esto fue una gran movida del Gobierno. Macri se quiere sacar de encima el Fútbol para Todos, no quiere seguir aportando fondos. Pero tampoco quiere que se le cobre a la gente un abono adicional, eso está prohibido”, explicó a BigBang una fuente que está al tanto de las negociaciones.
Macri tampoco quería que Hugo Moyano o Marcelo Tinelli se hicieran cargo de la AFA, su candidato siempre fue Armando Pérez, presidente de Belgrano de Córdoba, durante una década. Y sus deseos se fueron concretando: Pérez es el titular de la Comisión Normalizadora de la AFA, con la venia de la FIFA.
El Gobierno no quiere a Moyano al frente de la AFA.
Los dirigentes enviaron la carta al Gobierno para rescindir el contrato, con el argumento de que tenían una oferta por la que podrían recibir $ 3.000 millones al año. Supuestamente, la oferta la había hecho la cadena Turner, pero nadie lo da por seguro. “Ninguno sabe si es de verdad o si la mandaron por pedido del gobierno. Por eso la ruptura se va a dar en un plazo más largo que corto. Porque no hay oferta real sustentable”, explica el conocedor de la trama.
El costo de US$ 200 millones al año por los partidos del fútbol argentino no son negocio sino se vende a los cables. Los cálculos que hacen en la industria es que por la venta de los derechos al exterior se pueden sumar como máximo US$ 15 a 20 millones. Y en esa suma debe incluirse una venta a Estados Unidos, Europa, Japón, China o India.
Se estima además que la venta de publicidad, en la televisión abierta, podría rendir unos $ 300 millones, una cifra menor en la televisión por cable. Se calcula entonces, que podrían ser entonces otros US$ 20 millones. Todavía faltarían US$ 160 millones para cubrir eso 3.000 de los que se habla en la dirigencia del fútbol.
Los derechos de la TV sigue en discusión sobre el monto.
“El que compre los derechos, Turner, Fox o quien sea, se tendrá que sentar con Cablevisión, Direct TV, que concentran el 75% de los abonados a los canales de televisión por cable. ¿Ahora que pasa si ellos no están dispuestos a pagar lo que se les exige?”, se pregunta el conocedor del negocio.
La evaluación que se realiza es que no hay margen para cobrar un adicional a lo que hoy se paga para tener los partidos. La idea es que el fútbol se sume y sea parte de lo que se paga como abono básico. No hay margen político, porque el Gobierno, Macri, no quiere y porque tampoco hay un mercado dispuesto a pagar más.
“No se puede llevar la tarifa del cable a $1.200 o 1.300, eso es imposible. Nadie lo va a pagar. Cuando la televisión se pagaba por un abono extra tampoco era un gran negocio. La mayor parte de los abonados no pagaba el codificado. Al argentino no le gusta pagar por nada extra, pese a que en otros lugares eso ocurre, como en las ligas europeas”, agrega el hombre de la industria.
Obama y Macri conversaron sobre el desembarco de Turner.
En el Gobierno hubo charlas con los representantes de Turner semanas atrás, pero al parecer los hombres se levantaron, cuando les dijeron que todavía no había con quien negociar en la AFA, porque estaba acéfala, que tampoco se sabía cómo iba a ser el próximo torneo, que todo estaba por verse.
Si es cierto, dice la fuente, el interés de Turner de desembarcar en la televisión argentina. Se cuenta que fue parte de las conversaciones que tuvieron en su momento cuando Barack Obama visitó la Argentina en marzo y tuvo varios encuentros bilaterales con Macri. Turner estará dispuesto a pagar hasta US$ 400 millones por quedarse con Telefé. Las conversaciones entre Turner Internacional y Telefónica de Argentina ya se iniciaron.
Más allá de Turner, no existen posibilidades de que se cobre un extra por la televisación de los partidos en los canales de cable hasta fin de año. Y tampoco se cree que sea posible hacerlo el año que viene, con las elecciones de mitad de mandato a la vista.
Se calcula que un 30% de lo que paga cada persona por su servicio de cable es lo que destinan las operadoras a la compra de la programación. La intención del gobierno es que los cables sumen el fútbol con el dinero que obtienen del abono básico. Las cuentas las tienen que hacer los operadores para que les cierre el negocio.
De todos modos, más allá de los anuncios, el contrato entre la AFA y el Poder Ejecutivo aún está vigente. Por lo que el Gobierno seguirá desembolsando fondos mes a mes si las negociaciones no avanzan y el dinero que pretende el fútbol sale del sector privado. La pelota sigue girando.