por Rafael Saralegui
11 Mayo de 2016 18:13
El encuentro no tenía que trascender: el ministro Germán Garavano se reunió con Cecilia Pando, la activista en contra de los juicios por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura, en la sede de su cartera, sobre la calle Sarmiento, el 25 de abril último.
La noticia se conoció hoy, luego de que hubiera sido publicada en la tapa del diario Página/12. Fue la propia Pando quien admitió ante la consulta de una periodista del diario la realización de la reunión, y casi con ingenuidad, admitió que el encuentro no debía trascender.
En rigor, se supo del encuentro porque Pando se encontró en la sede del Ministerio con representantes de organismos de derechos humanos, que también habían sido citados a un encuentro con el titular de la cartera de Justicia, confiaron a BigBang fuentes al tanto de cómo se desarrollaron las hechos.
Fue el personal de ceremonial y protocolo del Ministerio el que cometió el desliz de citar a los representantes de organismos de derechos humanos el mismo día y a la misma hora en que también enviaron invitaciones a Pando y a otros representantes de militares condenados por delitos cometidos durante la dictadura.
Cecilia Pando durante un audiencia en un juicio contra militares.
Podría ser parte de una comedia: las secretarias del ministro trataban de ubicar a los invitados en diferentes salones sin que se cruzaran para evitar que se produjera una situación enojosa. “Bueno, reuniones simultáneas ocurren todo el tiempo”, dijo a BigBang una fuente del Ministerio ante la consulta.
Lo cierto es que todos se vieron las caras en la vereda del Ministerio cuando fueron saliendo de las reuniones con Garavano. Todos se conocen porque suelen cruzarse en las salas de audiencias de los juicios contra los militares acusados de delitos de lesa humanidad.
La situación no pasó a mayores, porque están acostumbrados a verse y cruzarse en los tribunales, más allá de que a los representantes de los organismos de derechos humanos no les hizo ninguna gracia todo lo que se generó.
Después de la publicación de Página 12, Garavano confirmó que se reunió con Pando y que le recomendó dirigir al Poder Judicial sus reclamos sobre una supuesta "persecución política" contra los militares condenados por crímenes de la dictadura.
"La recibí a ella como recibo a todas las personas que me piden una audiencia y, si tienen paciencia, las recibo", sostuvo el ministro y negó que hubiera sido una reunión reservada dado que "quedó anotada en el registro de audiencias".
Garavano consideró que "no hubo ningún secreto ni nada" y reconoció que "en simultáneo" con el encuentro con Pando, tuvo "una reunión con los organismos de Derechos Humanos" por lo que todos los visitantes, dijo, "se cruzaron" en los pasillos del Ministerio. Es obvio, que no aclaró que las reuniones en forma simultánea no habían sido planeadas así originalmente.
Garavano explicó que Pando, titular de la agrupación autodenominada Familiares y Amigos de Presos Políticos de Argentina le planteó "lo que ellos consideran que es una persecución política en la detención de muchos represores" de la dictadura condenados y procesados.
El nombre de la agrupación de Pando fue lo que al parecer generó la confusión entre los colaboradores del ministro: confundieron familiares de presos políticos con familiares de detenidos y desaparecidos.
Garavano aseguró que Pando le expuso que hay "prisiones preventivas muy largas, como no suelen admitir otros tribunales", que "muchos tienen más de 70 años y siguen presos", que "muchos están enfermos y no son trasladados a centros de salud".
"Yo le contesté lo mismo que contesto a todas las personas que nos vienen a plantear reclamos en relación a la Justicia: son casos que deben plantear a cada tribunal y si considera que un juez está vulnerando la ley preséntese al Consejo de la Magistratura y haga las presentaciones que considere", agregó.
