Luego del escándalo que se desató a partir de la visita de seis diputados nacionales de La Libertad Avanza (LLA) a represores en el Penal de Ezeiza, la mendocina Lourdes Arrieta salió a desvincularse de la actividad y a asegurar que no sabía dónde la llevaban cuando fue. La legisladora se animó a decir que no sabía quién era el genocida Alfredo Astiz y hasta reconoció que votará a favor de la creación de una comisión de Evaluación de Conducta que determine la continuidad en el cargo de ella y sus colegas.
"Fue una reunión a la que fuimos engañados un grupo de diputados. No puedo decir si todos lo sabían o no, pero en el caso de la diputada (Rocío) Bonacci y yo, empezamos a hablar de este tema porque en un momento teníamos angustia las dos y entramos en un estado de shock. En este tiempo también me envalentoné y decidí contarlo", confesó Arrieta ante MDZ Radio.
La referencia es al viaje a la Unidad 31 Complejo Penitenciario de Ezeiza que organizó el libertario entrerriano Beltrán Benedit, quien defendió la visita con argumentos negacionistas de los crímenes de lesa humanidad perpetrados por la última dictadura militar, al cual fue acompañado por Guillermo Montenegro, Alida Ferreyra, María Fernanda Araujo, además de Arrieta y Bonacci.
"No es un argumento, sino que es la verdad. Por eso me animé a contarla. Y por eso también he pedido que se me investigue en la comisión de Evaluación de Conducta de la Cámara de Diputados", aceptó la mendocina. "No fue un tour de diputados por el penal a ver represores. A mí se me informó, como a todo el bloque de LLA, que era una visita netamente institucional y humanitaria para conocer las condiciones edilicias y también sanitaria de los internos", agregó.
"Nunca supimos que era a la Unidad 31, ni tampoco a ver justamente a los represores. A los cuales repudio completamente y cualquier acto de violencia, sobre todo a los delitos de lesa humanidad", afirmó Arrieta. "A mí en lo personal me insistieron muchísimo así es que creí en la palabra de un colega, que es el diputado de Entre Ríos Benedit, y también creí en la institucionalidad, porque ningún proyecto ni ninguna visita se coloca si no se tiene un visto bueno", añadió.
La diputada reconoció que estuvo frente a Astiz y que habló con él. "Yo en lo personal, como no viví en esa época, nací en 1993 y no tengo ni idea de quiénes eran los personajes de esa época, la verdad es que vi internos de 80 años. Yo no sabía los nombres, las caras, no tenía ni idea. Sí nos sentaron a todos los diputados en frente de ellos. Sí, Rocío estaba muy incómoda. En un momento decidimos levantarnos e irnos", describió.
Ante la sorpresa de quienes la entrevistaban por desconocer a un personaje tan emblemático de los últimos años de historia argentina, Arrieta se mantuvo en el papel de ignorar que prefirió mostrar, antes del cómplice de crímenes de lesa humanidad que expusieron algunos de sus colegas. "Si nací en el 93, ¿cómo voy a saber? Es un tema que no está en mi agenda, que nunca estuvo, que no está en mi itinerario de actividades, ni siquiera de proyectos. Están juzgados y están allí porque hubo un juez que determinó que tienen que estar ahí", setenció.
Arrieta develó que junto a Bonacci estaban en shock y mal. "Lo personal no entendía nada hasta que decidí hablar y ponerme a disposición para que a mí también se me evalúe, por eso voy a votar para que se conforme la comisión", reiteró.