Luego de una campaña electoral de La Libertad Avanza (LLA) y Javier Milei que apuntaba a que el ajuste lo iba a pagar "la casta", los datos duros que aparecen a cuatro meses de su asunción demuestran que esto no fue para nada así. Según la comparación de la estadística oficial de Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE), que mide el salario privado, con los números de la inflación de febrero, los sueldos privados retrocedieron un 1,5 por ciento promedio sólo en el último mes.
La cifra que ahora depende de la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social y a la Subsecretaría de Seguridad Social, dependientes del Ministerio de Capital Humano, señala que el sueldo promedio del sector privado en febrero de 2024 fue de 619.007,05 pesos, lo que representa una variación del 11,5 por ciento respecto al mes anterior, cuando estaba en 555.269,16 pesos.
Cuando este número se compara con el 13 por ciento que fue la inflación de febrero, de acuerdo al registro del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), es que se determina que los sueldos retrocedieron un punto y medio. El ajuste se da en el marco de un extraordinario tarifazo en la energía, los combustibles y el transporte de pasajeros, entre otros rubros.
Esta caída salarial se suma a la de los últimos meses desde que asumió Milei el 10 de diciembre de 2023. Desde ese día hasta este último registro del RIPTE, la caída total del salario privado en promedio respecto a la inflación que mide el INDEC fue del 19,16 por ciento. Estos casi 20 puntos menos de poder adquisitivo en tan solo tres meses, también son un síntoma de lo duro que golpea el ajuste a los sectores asalariados.
Otra definición que surge de la comparación de la inflación y el sueldo promedio privado es que el salario real de los y las argentinas que pertenecen a este sector, se posicionó en niveles tan paupérrimos como los que se registraron en 2004 y 2005, cuando todavía no se había salido de la enorme crisis económica que explotó el 20 de diciembre de 2001. Cabe destacar que el RIPTE se mide sólo con los salarios correspondientes a los puestos de trabajo con una antigüedad de 13 meses o más, por lo que los nuevos empleos (y sueldos) quedan excluidos de la cifra y que sólo cuantifica los componentes remunerativos del salario, y no otros aspectos.