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Política

La participación del asesino de Cabezas en el spot de Burlando: la indignante explicación del abogado

José Luis Auge era parte de "La banda de los horneros".

24 Marzo de 2023 13:40
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El caso que lanzó a la fama y lo hizo millonario al abogado mediático y precandidato a gobernador bonaerense, Fernando Burlando, fue el del  asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas, a quien mataron el 25 de enero de 1997 en Pinamar. En esa causa, el letrado defendió a José Luis Auge, Horacio Braga y Héctor Retana, miembros de "La banda de los horneros", una agrupación criminal que fue a la costa para hacer cometer el aberrante crimen.

 

Ahora, en el reciente spot donde Burlando se lanza a la política, el cual se viralizó por el look del abogado, que va de musculosa blanca, pantuflas y short, se pudo saber que aparece uno de estos criminales. Auge, según el fallo que lo condenó a cadena perpetua, fue uno de los asesinos del reportero gráfico. En el video, se lo puede ver abrazado a la pareja de Barby Franco.

"Ese caso fue hace muchos años. Yo, así como visité este lugar, también estuve viviendo en otros asentamientos. Esa es un poco la idea de esta campaña. Se acerca gente de todo tipo, eso es parte de la realidad argentina, nos guste o no nos guste. En definitiva, son trabajadores, gente que son trabajadores y han tenido antecedentes, gente de todo tipo", indicó Burlando ante Radio Perfil.

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Si bien al principio, el mediático intentó desligarse, cuando aseguró que no chequeó si era "Luis Auge el que aparece en el spot", ya que "se ha acercado infinidad de gente" y él desconoce "quiénes tienen antecedentes y quiénes no", al final reconoció que él no es "autoridad para cancelar a nadie". "No me interesa hacerlo. No me parece que sea dar un paso adelante. Ni siquiera yo soy el indicado de juzgar, nunca fue mi tarea", argumentó para desligarse.

El hecho es que uno de los acusados del crimen del reportero gráfico sí aparece, aunque según Burlando él no se dio cuenta. Luego tuvo un cruce con el periodista Juan González, quien le preguntó si el condenado le dijo quién era cuando estuvieron abrazados. Más allá de que el letrado intentó negar el abrazo, este queda claro en el spot, algo que el comunicador le remarcó durante la entrevista.

"Si ven mi cara hace 35 años, y ven mi cara hoy, no me reconocen", señaló, alegando que no pudo darse cuenta de quién era esta persona, para luego acusar a quien lo interrogaba de querer "cancelar gente".

"Yo durante la época en la que me tocó defender a los acusados del asesinato de Cabezas, intenté siempre hacer un trabajo muy técnico. Tenía algo más de 30 años", repasó Burlando, antes de asegurar que no está "arrepentido de haber defendido a los asesinos de José Luis Cabezas".

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"Yo hice un trabajo. Lo que sí tal vez no se conoce ni se sabe, es que establecí una relación muy humana y un vínculo con los papás de Cabezas. En aquel entonces estaban detenidas seis o siete personas inocentes de las que nadie habla. La mal llamada "Banda de los pepitos". Una vez que aparecen "los horneros", ellos confiesan el hecho, yo aparezco después, y a partir de ahí establezco el vínculo con los papás, que querían conocer detalles que hasta ese momento la investigación ignoraba", relató Burlando.

Auge fue detenido en la localidad platense de Berisso en diciembre del año pasado por dos pedidos de captura de 2007, pero enseguida fue puesto en libertad, luego de que la Justicia de Dolores comunicara que ambas habían caducado. "Se cree que es por el caso Cabezas, dos causas en las que no se ha presentado a firmar", indicaron fuentes judiciales en aquel momento. 

 

Al condenado lo habían liberado en 2004, luego de reducirle la pena a 18 años y que se le aplicar el 2x1. "La banda de los horneros", según demostró el expediente judicial, fue contratada por la Policía de Pinamar. En el medio del juicio, sus integrantes relataron cómo se dio todo y enviaron una carta a los familiares del fotógrafo, pidiendo perdón y explicando que también había sido víctimas.

Según los criminales, ellos no tenían dinero para volver y se vieron forzado a matarlo porque si no los iban a matar a ellos. En su confesión aseguraron que creían que debían asustarlo y nada más, y que después se enteraron que su "trabajo" iba más allá de los que esperaban.