El Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza está más blindado que nunca. Uniformados de la Policía Federal y de la Bonaerense se sumaron a los guardiacárceles desde que agentes del Servicio Penitenciario (SPF) descubrieron el 2 de septiembre el plan de Henry de Jesús López Londoño para fugarse. De inmediato, el jefe del SPF, Emiliano Blanco, decidió pasar a disponibilidad a Héctor Retamozo porque "Mi Sangre" tenía en su celda celular, iPhone y mapas de las comisarías cercanas. Finalmente, dos fuentes oficiales le confirmaron a BigBang que Eduardo César Masarik ahora es el flamante director de la prisión más caliente del país.
El mapa que "Mi Sangre" tenía en su celda con el que planificaba fugarse del penal.
Este prefecto, de 47 años, era hasta ahora el inspector general del propio Servicio Penitenciario Federal. Anteriormente, había dirigido la Unidad 9 Prisión Regional del Sur, una de máxima seguridad en el corazón de la ciudad de Neuquén, por la que bajo la última dictadura cívico-militar pasaron detenidos ilegales aunque no fueron interrogados ni torturados.
El plan de Henry de Jesús López Londoño fue decisivo para el cambio de autoridades de Ezeiza.
Ahora, Masarik tendrá su primera misión: evitar que el supuesto grupo comando que planeaba dar un golpe para liberar a "Mi Sangre" pueda cumplir con su cometido hasta que el narco colombiano, acusado de ser proveedor del Cartel de los Zetas, finalmente sea extraditado hacia los Estados Unidos como lo aprobó recientemente la Corte Suprema. Se cree que el plan aún no fue desbaratado en su totalidad, y por precaución se reforzó la seguridad.
Los condenados por el Triple Crimen de General Rodríguez son considerados los internos más peligrosos.
Como si fuera poco, entre los 2.193 internos, en Ezeiza se encuentran otros narcotraficantes: el "Rey de la Cocaína", Miguel Ángel "Mameluco" Villalba y el "Rey de la Efedrina", Mario Segovia. De todas maneras, los delincuentes más peligrosos son los condenados por el Triple Crimen de General Rodríguez, Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci.
Sin embargo, desde que Mauricio Macri sucedió a Cristina Kirchner en la Casa Rosada, ex funcionarios del gobierno anterior o empresarios cercanos cayeron presos por hechos de corrupción: Ricardo Jaime, José López y Lázaro Báez (y hasta abril también Leonardo Fariña). La seguridad de todos ellos ahora depende de Eduardo César Masarik.