18 Mayo de 2020 19:32
En medio del reclamo de distintos intendentes del conurbano bonaerense que cuestionan la flexibilización y le exigieron al Gobierno porteño que dé marcha atrás y "endurezca las medidas", el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, decidió autorizar la apertura de comercios, actividades manufactureras y la construcción privada.
De esta manera, en suelo bonaerense se habilitarán las actividades manufactureras y de construcción privada, siempre y cuando se cumplan “todos los parámetros epidemiológicos y sanitarios requeridos por la normativa nacional y provincial".
En pocas palabras, todos aquellos que busquen poder abrir sus comercios deberán presentar estrictos protocolos sanitarios y de funcionamiento, y garantizar el traslado privado de sus empleados, los cuales no estarán autorizados a utilizar el transporte público.
También se permitirá la apertura de aquellos comercios de cercanía que cumplan todos los parámetros sanitarios, que presenten los protocolos correspondientes y que sean operadas por sus propios dueños o con empleados y empleadas locales que vivan a pocas cuadras de distancia.
En ese sentido, desde el gobierno bonaerense aconsejaron que, en la medida de lo posible, que la atención y entrega de los productos “se realice en la vereda de los comercios, sin necesidad de ingreso al local y con las medidas de distanciamiento social que correspondan”.
Pero a pesar de la idea del gobernador bonaerense y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, de comenzar a flexibilizar la cuarentena, todavía no se habilitarán en el área del AMBA y los aglomerados de más de 500 mil habitantes los Servicios de alojamiento, peluquerías y locales de estética debido a la alta capacidad de contagio.
Tampoco podrán abrir en estos lugares establecimiento de venta minorista de productos textiles; prendas y accesorios de vestir; calzado; juguetes; artículos de esparcimiento y deportes: solo venta telefónica o por canales electrónicos, con entrega a domicilio. En ese sentido, los servicios de comidas y bebidas solo podrán hacer entregas a domicilio o retiro en el local.
Y en ese sentido, seguirán prohibidos el dictado de clases presenciales, eventos y shows públicos y privados, centros comerciales, cines, teatros, centros culturales, bibliotecas, museos, restaurantes, bares, gimnasios, clubes y cualquier espacio público que implique la concurrencia de personas, parques, plazas o similares, como tampoco cualquier actividad turística.
Este lunes, Kicillof, reivindicó la "coordinación permanente" entre la provincia y la ciudad de Buenos Aires en las medidas contra el coronavirus, pero advirtió que se reforzarán los controles para evitar la "expansión" de la pandemia en el conurbano.
"No podemos permitir que decisiones de la Ciudad pongan en riesgo a la población de la Provincia", sostuvo Kicillof.
Cabe destacar que, preocupados por el aumento de casos positivos en la Ciudad y las posibles consecuencias en sus distritos, intendentes del conurbano bonaerense, como Ferraresi, Mayra Mendoza (Quilmes) Juan José Mussi (Berazategui), Andrés Watson (Florencio Varela), entre otros, salieron desde el viernes pasado a cuestionar la flexibilización de la cuarentena en la Capital.
Frente a ese escenario, Kicillof aseguró que su gobierno está "muy alerta de lo que pase" porque "no hay nada que no haga la Ciudad de Buenos Aires que no afecte a la Provincia". "Vamos a poner controles muchos más estrictos porque la realidad es que la ciudad tiene más contagios que la provincia", planteó, y subrayó que no se trata de una "crítica" hacia Larreta.
En ese marco, el mandatario reivindicó las acciones realizadas por los intendentes en los 1340 barrios populares de la zona AMBA para hacer frente a la pandemia: “Hay que hacer una evaluación permanente, porque si empieza a abrir muchísimo la ciudad de Buenos Aires eso genera una atracción del que quiere hacer una compra, por lo que la gente va y viene", cerró.