La teoría sobre que detrás del atentado a Cristina Fernández de Kirchner, que ocurrió el 1° de septiembre frente a su departamento en el barrio de Recoleta, estuvo solo un "loquito suelto", pierde fuerza, luego de que los investigadores encuentran cada vez más implicancias en los detenidos.
La pesquisa encabezada por la jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo, encontraron en los celulares conversaciones del 2 de septiembre entre los detenidos Brenda Uliarte y Gabriel Carrizo, donde queda claro que, además de haber sido planificado el ataque, todavía existía la voluntad de terminar de concretar lo que la persona que gatilló dos veces frente a la cara de la Vicepresidenta no pudo hacer.
"La próxima voy y gatillo yo, Nando falló. Yo sí sé disparar bien, no me tiembla la mano", escribió Uliarte al líder de la banda de los copitos. Con ese nombre clave lo conocían a Fernando Sabag Montiel en el grupo.
"¿Querés hacerlo?", le preguntó Carrizo a la supuesta novia del tirador. "Te juro que sí. Y no me va a fallar el tiro. Pero hay que pensarlo bien. Pasa que Nando no tiene mucha práctica. Le tembló el pulso", explicó Uliarte.
El esclarecedor diálogo rompe con cualquier tipo de especulación acerca de lo improvisado que fue el golpe, y a su vez habilita todo una línea de investigación nueva, que debe encontrar quién o quiénes financiaron a este grupo para la tarea, una incógnita que crece todos los días.
También, durante la pesquisa tecnológica de los teléfonos móviles, los investigadores encontraron más conversaciones que involucran a los dos detenidos al hecho.
"Te vincularon con el caso. Te diría que vengas acá", propuso Carrizo. "¿Posta que saben mis datos? Estoy en un lugar seguro, tranqui ustedes no tienen nada que ver. Lo que decimos que quede acá", contestó Brenda.
"Sí, saliste por todos los medios. Sos la novia", precisó el joven. "Sí, pero si me escondo no va a pasar. No me van a encontrar. Yo sé lo que te digo", expresó, confiada, Uliarte. Desconocía que la Policía ya iba por ella y que la iba a detener en la estación de Palermo.
Otro mensaje complica la situación de Carrizo: planeaba asesinar a Máximo Kirchner
Todo comenzó con el alegato de Luciani
El 23 de agosto fue el día en el cual el fiscal federal Diego Sebastián Luciani realizó el alegato en el cual pidió 12 años de prisión y la inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos para CFK, en la causa conocida como Vialidad, que investiga delitos de corrupción en Santa Cruz.Ese día que pasará a la historia, fue cuando la intención de terminar con la vida de la Vicepresidenta más se hizo presente en las conversaciones.
"Ya se les acabó la joda", escribió Carrizo a Uliarte. "Sí que la saquen a la mierda. No puedo creer que hay gente que todavía la defiende", respondió. Luego, Brenda subió la intensidad de la charla: "Hace falta alguien que vaya con un fierro y le pegue un corchazo a Cristina".
Agustina Díaz amplía su indagatoria
La amiga de Brenda Uliarte, a quien tenía agendada en su teléfono como "amor de mi vida", Agustina Díaz, ampliará durante esta mañana su declaración indagatoria frente al tribunal que lleva la causa.
Allí, a través de sus abogados Marcelo Herrera y Javier Molina Díaz, pedirá su excarcelación, y además negará ser la persona que muestran en las inmediaciones del departamento de CFK las imágenes que brindó la Televisión Pública a la causa.
Su libertad ya fue negada, porque de acuerdo a las pericias tecnológicas, Díaz tenía conocimiento del atentado desde el 27 de agosto, cuando Uliarte le escribió el mensaje: "Mandé a matar a Cristina; no salió porque se metió para adentro".