12 Enero de 2018 18:38
Mauricio Macri enfrenta uno de los momentos más tensos en la relación con los sindicatos desde que llegó al poder. Mucho más que en abril del año pasado, cuando enfrentó el primer paro de la CGT. La pulseada entre la Casa Rosada y el gremialismo tuvo uno de los puntos más calientes apenas un mes atrás, en pleno debate de la reforma previsional, que contó con una masiva protesta, y con la advertencia en puerta de que este año se discutiría la polémica reforma laboral.
En el mundo sindical ya advierten que será un año complejo. En apenas siete días cayeron detenidos dos poderosos sindicalistas acusados de lavado, evasión y asociación ilícita. Y en ese contexto, un histórico gremialista como el jefe de los gastronómicos, Luis Barrionuevo, sumó nafta al fuego en la relación con el Ejecutivo, al asegurar que los gobiernos que “atacaron” a los sindicatos “no terminaron su mandato”, en alusión a Raúl Alfonsín y Fernando De la Rúa.
En la CGT no lo dudan: creen que hay una “embestida” contra el sindicalismo, y que personajes como Marcelo Balcedo, el empresario y jefe del SOEME detenido en su lujosa mansión de Punta del Este, “le dan de comer” a la Casa Rosada. “Al Gobierno le sirve, desprestigia al sindicalismo y tienen más posibilidades de avanzar con las reformas”, dice a BigBang un hombre de la mayor central obrera, que no niega la existencia de irregularidades que debe investigar la Justicia.
El triunvirato conductor de la CGT acumuló críticas en diciembre, en pleno debate de la reforma previsional.
El caso de Balcedo no es el único. Apenas una semana después de su caída en Uruguay, la Justicia avanzó contra otro poderoso que parecía intocable, el jefe de la seccional Bahía Blanca de la UOCRA, Humberto Monteros, acusado de extorsión y presunta asociación ilícita, y que cayó junto a una decena de dirigentes. La maniobra era similar a la que llevaba adelante el jefe de la seccional La Plata del mismo gremio, Juan Pablo “Pata” Medina, que fue detenido a fines de septiembre pasado.
En los tres casos una imagen se repite: millones de pesos y una vida de lujos y excentricidades: a Balcedo le descubrieron un zoológico con animales exóticos en una de sus chacras; y al “Pata” Medina le leyeron los cargos en su contra y la orden de detención en una de las habitaciones de su lujosa mansión en Punta Lara, fumando Narguile - una pipa de agua - y acompañado por su esposa. En los allanamientos a Monteros descubrieron drogas, $5.000.000 y U$S 100.000.
“El clima de tensión se va a seguir viviendo. Con esta embestida judicial se intenta domesticar al movimiento obrero. No creo que tenga resultado, por el contrario, va a tensar la cuerda”, analiza un hombre de amplia experiencia en el sindicalismo. Al debate de la reforma laboral que pretende dar en los próximos meses el Gobierno se le debe sumar el inicio de la discusión paritaria, que el Gobierno buscaría fijar en un techo del 15 %, y que ya generó rechazo.
Marcelo Balcedo, el jefe del SOEME detenido en Punta del Este días atrás.
“Hay mucha tensión, las iniciativas que toma el Gobierno no benefician a la clase trabajadora, hubo un quiebre con los trabajadores y el pueblo a partir de la reforma previsional”, aseguró a BigBang el titular de Suteba, Roberto Baradel, quien tampoco anticipa un futuro próspero en el vínculo entre el gremialismo y la Casa Rosada. “Dicen que dialogan por un lado, y por el otro toman medidas autoritarias”, se quejó, y fue tajante: “Hay persecución al sindicalismo y lo denunciamos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”.
En el Gobierno niegan esa mirada. Esta semana el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, descartó en declaraciones a radio Mitre la existencia de una “actitud persecutoria”, y destacó una serie de acuerdos sectorizados, como con los petroleros en el Sur, con el objetivo de potenciar la producción en Vaca Muerta. A pesar de que en el Gobierno reconocen que el 2016 fue complejo en la relación, celebran que “con idas y vueltas, la reforma laboral también fue conversada y se incluyeron un montón de modificaciones”.
Sin embargo, hoy la reforma laboral acumula más críticas que adhesiones en casi todo el arco sindical. De hecho, por el momento la central obrera ya mostró un firme rechazo a la iniciativa que el Gobierno prevé tratar este año.
Triaca negó días atrás que hubiera presión o spercecución" a sindicalistas.
La CGT además atraviesa un proceso puertas adentro que no es para nada complejo: la vitalidad del triunvirato conductor, que recibió decenas de críticas. “Hay un juego de divide y reinarás”, dice un hombre de peso en la central obrera, que descarta, por el momento, la convocatoria a un paro: “No corrige nada, la CGT está fragmentada, dividida”.
MOYANO Y SANTA MARÍA
Días atrás, un informe de la Unidad de Información Financiera (UIF) detectó una serie de pagos por más de $200 millones entre el gremio de Camioneros y empresas de la familia de Hugo Moyano. En el caso de Víctor Santa María - jefe del Suterh y empresario de medios - es investigado por presunto lavado de dinero, mediante una serie de operaciones inmobiliarias y financieras.
Moyano se reencontró con el ministro Triaca esta semana al inaugurar un sanatorio en Caballito. La presencia del funcionario no fue casualidad: la Casa Rosada necesitará del respaldo del poderoso sindicalista para obtener cierto apoyo a la reforma laboral. “Con Hugo la relación es buena, hay diálogo, tiene sus intereses”, cuentan cerca del ministro a BigBang.
Hugo Moyano, el poderoso jefe de los Camioneros y ex líder de la CGT, junto a Mauricio Macri, tiempo atrás.
Aquel encuentro se dio apenas unos días después de que bajara la espuma de otro conflicto entre la familia Moyano y la Casa Rosada: la prórroga de la deuda de OCA con la AFIP, que ascendía a $2.500 millones.
“Hay persecución contra el sindicalismo. La Justicia termina teniendo incidencias políticas”, dice un hombre del entorno de Hugo ante BigBang, que cita las palabras del líder de Camioneros: “Hay dirigentes buenos, regulares y malos”. “Santa María tiene una identificación con el kirchnerismo, no me llama la atención (el avance judicial). Pero (Gerónimo) “Momo” Venegas fue de los más desprolijos y como era cercano al Gobierno jamás lo cuestionaron”, agrega.