La publicación del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 656 firmado por Javier Milei y varios de sus funcionarios en donde se otorgan 100 mil millones de pesos para confirmar el -viejo- nuevo Sistema de Inteligencia Nacional (SIDE) generó un interrogante común: ¿Es cierto lo de "no hay plata"?
Con esa inversión en los sistemas de seguridad se incrementaron en un 391% la cantidad de recursos dispuestos para esas operaciones si se comparan con los $36.741 millones que se destinaron en el año 2023.
El DNU consigna: "Resulta necesario asignar las partidas presupuestarias que permitan solventar, inicialmente, las acciones para la reorganización del Sistema de Inteligencia Nacional y el adecuado funcionamiento de los referidos organismos desconcentrados que lo integran".
El decreto que también está firmado por el ministro de Defensa Luis Petri, explica: "En atención a la naturaleza del destino de los fondos asignados y que su publicidad afectaría el normal desarrollo de las tareas de los órganos que integran el citado sistema, corresponde establecer su carácter reservado". Lisa y llanamente, el dinero que se invierte será de carácter "privado" y no se podrá acceder a la información sobre la aplicación del dinero.
Para justificar el accionar del tremendo aumento de estas operaciones, el DNU refiere que el es sistema necesita "una profunda transformación" cuyo principal objetivo será "crear los mecanismos necesarios para el funcionamiento coordinado entre los diferentes organismos de inteligencia con el fin de proteger la soberanía nacional, preservar el orden constitucional y formular apreciaciones de inteligencia útiles para la consecución de los objetivos nacionales".
Adorni entre las cuerdas
Tanto revuelo armó la designación de los 100 mil millones de pesos al presupuesto general 2024 para tareas de inteligencia que los periodistas consultaron sobre este tema al vocero presidencial Manuel Adorni.
Entre las cuerdas para justificar lo injustificable, Adorni apuntó: "Los fondos son reservados, auditados y solo van a poder hacer una revisión los miembros de la Comisión Bicameral. Apuntamos a que defienda y proteja a los argentinos. La AFI tuvo denuncias por espionaje y nosotros estamos muy alejados de eso. Vamos a bregar por una SIDE profesional, tanto en la inteligencia interior como exterior. Antes el dinero se gastaba sólo en salarios y nosotros queremos que cumpla con su fin de proteger a los argentinos", justificó.
Además, le bajó el precio a la cuestión presupuestaria y quiso salir del embrollo con palabras y más palabras para clarificar que los asuntos de inteligencia no son más importantes que los argentinos que no cuentan con recursos para alimentarse: "No hay una prioridad, hay centenares. Los más vulnerables, la seguridad; pero no se pueden desatender otras necesidades", en esa misma línea, reflexionó irónico: "Con ese criterio tendríamos que disolver el Ministerio de Defensa porque no estamos en guerra".
El Estado presente está cuando a los libertarios les conviene. Esta afirmación quedó muy clara con el justificativo de Adorni: "El objetivo es profesionalizar a la SIDE. ¿Saben cuánto gasta un banco en ciberseguridad? Si hay alguien que tiene que invertir en la seguridad de los argentinos, es el Estado a través de la SIDE".
La nueva SIDE estará a cargo de una persona de extrema confianza de Santiago Caputo, Sergio Neiffert y llamaron para su conformación a Juan Bautista "Tata" Yofre, un ex agente de inteligencia condenado -y sobreseído- por escuchas ilegales a Cristina Fernández de Kirchner y a Jorge Capitanich, que en ese momento era su funcionario. Entre sus filas también está Alejandro Walter Colombo, muy vinculado con el agente de inteligencia más oscuro de la historia argentina: Antonio Stiuso.