La muerte de Jorge Delhon, ex asesor del programa estatal Fútbol Para Todos acusado por Alejandro Burzaco de haber cobrado coimas millonarias, quien se arrojó a las vías del tren dos horas después de conocerse la declaración del ex CEO de Torneos y Competencias no está resulta, al menos para el fiscal Gastón Fernández, quien ordenó realizar peritajes sobre los dos teléfonos que portaba el abogado al momento de su fallecimiento.
Los investigadores intentan determinar si Delhon fue inducido al suicidio.
En rigor, la Justicia investiga si Delhon fue instigado a suicidarse luego de comprobar que una cámara de seguridad instalada en la estación del ex ferrocarril Roca en Lanús capturó el paso del abogado y detectó la presencia de un hombre cerca de él. Ahora los investigadores intentan determinar la identidad de esa persona.
En el expediente existen elementos para deducir que Delhon estaba solo al momento de ser arrollado por el tren 3251. La declaración del motorman de la formación que arrolló a Delhon, la cámara del coche traccionador de la formación, el testimonio de una vecina y la grabación de la cámara de seguridad privada cerca de la calle Oncativo. Todo demuestra que el abogado se tiró debajo del tren.
El abogado fue acusado de cobrar coimas millonarias.
Sin embargo, el fiscal quiere conocer la identidad de la persona en cuestión y tener información concreta sobre los mensajes y llamadas que recibió y efectuó Delhon para descartar la hipótesis de que el abogado fue inducido al suicidio, o iniciar una nueva etapa en la investigación.
Según publicó el diario La Nación, a los investigadores les llamó la atención la proximidad entre el momento en el que se conoció la noticia de que el ex CEO de Torneos Alejandro Burzaco lo había mencionado en la declaración realizada en un tribunal de Nueva York y el momento en que Delhon fue arrollado por el tren.
La noticia sobre el pago de coimas se conoció a las 17 y dos horas y media después, a las 19.26, Delhon murió en las vías. Al lado del cuerpo, los policías hallaron los dos celulares y una carpeta de cuero con varios documentos y una nota manuscrita con que se expresaba: "Los amo. No puedo creer".