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Política

La trama secreta de la disputa entre Lilita Carrió y Germán Garavano que agrieta al Gobierno

La diputada salió con los tapones de punta contra el ministro de Justicia y Derechos Humanos.

04 Octubre de 2018 10:30
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La diputada nacional Elisa “Lilita” Carrió salió al cruce contra el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Germán Garavano, por sus declaraciones sobre el futuro de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner y los pedidos de prisión preventiva que pesan sobre ella.

Lilita cargó fuerte contra el ministro de Justicia y Derechos Humanos.

El problema no pasa tanto, según pudo saber BigBang, por el futuro judicial de la actual senadora por la provincia de Buenos Aires, y sobre quien se refería el titular de la cartera de Justicia, sino por el ex presidente y también senador por la Rioja, Carlos Menem, quien podría ser absuelto por la Cámara de Casación Penal Federal en la causa de la venta de armas a Croacia y Ecuador.

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Garavano hizo esas declaraciones ridículas y ella lo asoció con lo que puede llegar a pasar con Menem. Estamos atentos a ver qué sucede”, explicaron en el riñón más cercano de la diputada nacional. En concreto, durante una entrevista a El Destape Radio, Garavano se volvió a expresar contra el uso de las prisiones preventivas. “Nunca es bueno y nunca puede ser bueno para un país que un ex presidente este detenido y que se pida su detención”, manifestó.

El presidente Macri junto al ministro Garavano.

Lilita claramente no leyó la nota, ni escuchó las declaraciones de Germán. Alguno de sus asesores tendría que haber escuchado la entrevista”, expresaron desde el entorno de Garavano en donde se mostraron enojados por la situación que se dio el mismo día en el que se inauguró un jardín de infantes construido con el dinero proveniente de la famosa valija de Guido Antonini Wilson. "Es algo más para el show, la tribuna, que una crítica o problema real", dijeron desde el ministerio para bajarle el tono al tema.

Incluso también sostienen que uno de los motivos se encuentra vinculado a la imposibilidad que tuvo Lilita de ser la presidenta de la comisión bicameral de control del Ministerio Público Fiscal.

“Estos dichos de Garavano son una vergüenza para la República y la división de poderes. Puede estar emparentado también con la impunidad de Menem en la Cámara de Casación. Si esto es así es pasible de juicio político”, manifestó Carrió que utilizó su cuenta de Twitter, como suele hacer, para dar a conocer su postura. “Los delitos de corrupción son imprescriptibles y están equiparados a la traición a la patria por el art. 36 de la Constitución Nacional”, agregó.

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Aunque no lo diga de forma abierta Lilita siempre vio detrás de Garavano la mano del presidente de Boca, Daniel Angelici, a quien ella misma acusó como operador judicial. Pero a su vez ella ya tomó parte dentro de la disputa que “El Tano” mantiene en la mesa judicial de Cambiemos.

Carrió mantiene una buena relación con el parlamentario del Mercosur Fabián Rodríguez Simón; “Pepín”, como lo conocen en el seno del mundo PRO, es el artífice de varias decisiones jurídicas. Con un perfil mucho más bajo que el de Angelici, Pepín fue el principal impulsor de Carlos Rosenkrantz como presidente de la Corte Suprema; no sólo que apoyó su ascenso sino que además fue quien estuvo detrás de su nominación para el máximo tribunal del país como también del decreto inicial, que después tuvo que ser enviado al Senado por la presión política, que lo nombró.

El presidente de Boca, Daniel Angelici.

Angelici y Rodríguez Simón nunca tuvieron sintonía principalmente porque durante la etapa de la Jefatura de Gobierno del ahora presidente Mauricio Macri, “El Tano” fue más efectivo que Pepín. Sin embargo con el pase a la Rosada el parlamentario del Mercosur comenzó a ganar más terreno en todo sentido y en varias ramas.

Lilita también espera hace tiempo, por parte de Garavano, un gesto más fuerte en lo que es su pelea contra el ex presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, con quien el funcionario tiene buena relación y un trato directo (sin intermediarios) con todos los ministros. Pero ese no fue el único conflicto que ambos protagonizaron.

El año pasado, y con el juicio por encubrimiento al atentado a la AMIA como contexto, Lilita apuntó contra el radicalismo y Garavano por el accionar de la oficina especial del ministerio de Justicia, que coordina Mario Cimadevila, de dejar caer la acusación contra los ex fiscales que participaron al principio del juicio original Eamon Müller y José Barbaccia. Esa situación originó la renuncia de una de las miembros de dicho equipo y que forma parte del círculo de Lilita:  Mariana Stillman.