Si bien aún faltan más de nueve meses para las elecciones legislativas, el armado electoral ya empieza a tomar forma y cada partido juega sus fichas de cara a los próximos comicios.
El escenario en el frente Cambiemos depende de la posición que tomará el radicalismo, que aguarda al avance de las negociaciones con el PRO por los lugares en el armado electoral de todo el país.
Con ese objetivo en claro, la UCR busca instalar en el escenario electoral a la dupla Martín Lousteau/Alfonso Prat-Gay, quienes fueron invitados a la cumbre que el partido realizará el 24 y el 25 del mes próximo en Villa Giardino, Córdoba.
El radicalismo presiona al Gobierno con una posible fórmula Lousteau-Prat Gay.
Los estrategas del radicalismo intentan poner en la cancha a los dos ex ministros de Economía como una forma de presión hacia el macrismo, que, hasta el momento, no cuenta con un candidato competitivo en territorio porteño.
La movida tiene el doble propósito de obligar al jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta a otorgar ciertas concesiones al radicalismo porteño para replicar la coalición nacional en el distrito, y a la vez enviarle un claro mensaje al PRO: la UCR “no mirará mansamente” cómo desde la Casa Rosada se impulsan acuerdos con referentes provinciales del peronismo no kirchnerista.
Jugada
Los radicales saben que un fracaso electoral del PRO en la ciudad de Buenos Aires tendría un “efecto simbólico” que lesionaría el proyecto reeleccionista del Presidente de cara a 2019. Por eso, con el distrito porteño como “moneda de cambio”, los radicales buscan que el PRO les reconozca en las listas su condición de “principal fuerza territorial” de la alianza.
“Una fórmula Martín Lousteau/Alfonso Prat-Gay como candidatos a senador nacional y diputado -o viceversa- sería difícil de enfrentar para el PRO, tanto en las PASO como en la general”, desafió un importante dirigente del Comité Nacional, incluso creen que pueden hacerle frante a Elisa Carrió, una pieza fuerte en la que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, ya puso sus fichas.
La líder de la CC-ARI ya avisó que recién en marzo, y en acuerdo con el presidente Macri, decidirá si finalmente competirá por la Ciudad o en la provincia de Buenos Aires.
Carrió ya anticipó que recién en marzo, y de acuerdo con Macri, definirá dónde compite.
Aunque no habrá críticas directas al macrismo y se ratificará la pertenencia del partido a Cambiemos, la presencia de Lousteau y Prat-Gay en Córdoba es una señal “inequívoca” de que el radicalismo peleará por defender sus lugares en las listas de la alianza gobernante para octubre.
La estrategia radical incluye al neurocirujano Facundo Manes, quien también fue invitado al encuentro de Villa Giardino y que aparece como un posible candidato de la UCR en territorio bonaerense.
Facundo Manes, actualmente en el gabinete de Vidal, también fue invitado a la cumbre de la UCR.
La decisión de invitar a Lousteau, Prat-Gay y Manes fue definida ayer en un encuentro de la mesa chica del Comité Nacional, que volverá a reunirse el martes próximo para ultimar los detalles del encuentro en Córdoba.
Del cónclave en la histórica sede partidaria de la calle Alsina participaron el titular del Comité Nacional de la UCR, José Corral; la presidenta de la convención nacional de la UCR, Lilia Puig de Stubrin; el dirigente Jesús Rodríguez y los jefes de los bloques parlamentarios en el Congreso, el diputado Mario Negri y el senador Ángel Rozas.
Del cónclave radical participaron Corral, Rozas y Mario Negri, entre otros.
“Cuando vos integrás una familia, te sentís parte de una coalición y se invita a comer de lo poco que hay a los vecinos y a vos te mandan al patio, tenés que reaccionar”, sintetizaron desde el Comité Nacional, en alusión a la estrategia macrista de cooptación de referentes de peronismo no kirchnerista. Es que los radicales buscan sostener y, en lo posible, acrecentar, su presencia parlamentaria en el Congreso Nacional.
En octubre, el partido pone en juego gran cantidad de bancas: en Diputados arriesga 20 de las 36 que tiene hoy, mientras que el PRO sólo pone en juego 14 de sus 42 bancas, ya que la mayoría de sus legisladores fueron electos en el 2015.
La UCR pone en juego una gran cantidad de bancas en Diputados, y pocas en Senadores.
En el Senado, en cambio, el radicalismo renueva sólo 3 de sus 9 senadores, y calcula que podría ganar 6 ó 7 bancas y llegar a un total de 12 o 13.
En tanto, en el resto del país los radicales confían en la performance que podrían tener en provincias como San Luis, Santa Cruz, Misiones, La Rioja y Misiones.