Después de la abrumadora derrota en las internas de Cambiemos a manos del PRO, la Unión Cívica Radical busca su destino en el mapa político argentino.
Distintos referentes opinaron en las últimas horas sobre la mejor estrategia para apuntalar -o al menos mantener con vida- al centenario partido.
En las primarias, el candidato presidencial Ernesto Sanz tuvo apenas 756.777 votos, el 11,47 por ciento del padrón.
"No es tiempo de autocrítica; errores se han cometido muchos", reconoció el diputado nacional Oscar Aguad. El ex candidato a gobernador de Córdoba planteó que los análisis deberán llegar a partir de octubre.
Aguad y Sanz, referentes en apuros.
A pesar de los resultados, Aguad aseguró que integrar Cambiemos "fue un gran acierto", con vistas a que la UCR recupere “la vocación de poder, para llegar al poder".
En relación a posibles nuevas alianzas, Julio Cobos adelantó que no está de acuerdo con avanzar en un acuerdo con Sergio Massa, porque sería “defraudar a la ciudadanía".
El ex vicepresidente quiso mirar el vaso medio lleno:, al recordar que "hubo un 62 por ciento de la gente que votó por la oposición o que busca una alternativa distinta".
Cobos y su lectura optimista.
El mendocino recordó que el jefe partidario "Ernesto Sanz fue el que propició este acuerdo, el que lo lideró y tiene que conducir hasta el último día y a partir de ahí comenzaremos a discutir la nueva realidad del radicalismo".
Otros radicales se mostraron desconcertados. "Siento dolor y no ando tirando globos por esta situación", ironizó el diputado nacional por Entre Ríos, Jorge D'Agostino.
Respecto a que la UCR no tenga candidato a presidente ni a gobernador, coincidió con Aguad en que "no es el momento para hacer análisis de por qué hemos perdido la representatividad territorial".