Los días previos a la visita del Papa Francisco a Chile están plagados de tensión. Hoy, el escenario principal fue Melipilla, una tranquila ciudad donde una iglesia fue víctima de una taque con una bomba incendiaria.
Francisco llegará a Chile en un marco agitado.
Lanzado, según testigos, por un grupo de encapuchados, el artefacto quemó la puerta principal y parte del hall de entrada del templo. "La única iglesia que ilumina es la que arde, es la que está en llamas. No al Papa", podía leerse en una pintada dejada por los atacantes.
Este constituyó el sexto ataque a una parroquia en apenas tres días. La demás bombas caseras fueron plantadas en las comunidades de Peñalolén, Estación Central, Recoleta, Quinta Normal y Santiago, y tres estallaron.
Así, en la capital chilena, una iglesia sufrió el incendio de una de las mamparas de entrada, iniciado con elementos químicos acelerantes. "Luego las personas huyeron y lanzaron algunos panfletos", declaró Gonzalo Araya, jefe de la policía de la zona norte de Santiago.
En esos volantes, podía leerse una amenaza dirigida directamente al Sumo Pontífice: "Papa Francisco, las próximas bombas serán en tu sotana".
En otra de las iglesias afectadas, mientras tanto, se encontraron graffitis con la leyenda "Por el Papa 10.000 millones y los pobres nos morimos en las poblaciones", en referencia al costo que la visita representa para el estado chileno.
Catolicismo impopular
Y mientras grupos laicos y comunidades indígenas mapuches anunciaron que se movilizarán contra el Sumo Pontífice durante su visita, el ministro del Interior de Chile, Mario Fernández, aseguró ayer que el jefe del Estado Vaticano "no debería correr riesgo".
Una de las pintadas contra el Papa en Chile.
Lo cierto es que las fuertes reacciones contra el Papa Francisco no son precisamente sorpresivas: según una encuesta de la consultora Latinobarómetro, en América del Sur Chile es el país donde la Iglesia católica tiene peor reputación.