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Política

La viuda de Muñoz lloró ante el juez Bonadio y Máximo Kirchner lo acusó de armar un show

Carolina Pochetti se presentó a declarar y quedó detenido. El diputado presentó un escrito y no contestó preguntas.

23 Octubre de 2018 12:45
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La viuda de Daniel Muñoz, Carolina Pochetti, quedó detenida hoy tras entregarse a la Justicia y negar mientras lloraba en su declaración indagatoria haber estado al tanto de los negocios de su fallecido marido, ex secretario privado de los ex presidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández.

Mientras tanto, el diputado nacional Máximo Kirchner pidió hoy ser sobreseído, calificó como un "show" la causa de los cuadernos al criticar al juez del caso, Claudio Bonadio, y sostuvo que la acusación en su contra busca "denostar" opositores y "tomar venganza" contra algunos de ellos.

Pochetti fue acusada de integrar una asociación ilícita y de maniobras de lavado de activos por unos 70 millones de dólares, con fondos que para el juez federal Bonadio provinieron del pago de sobornos que recolectaba su marido.

La mujer lloró durante su declaración indagatoria, dijo que nunca supo nada de los negocios de su marido y que cuando preguntaba por las denuncias sobre sus actividades, él le decía que no se "metiera" porque "eran cosas de la política para embarrar a Néstor Kirchner".

"Parezco una estúpida, pero no sabía lo que hacía mi marido", argumentó ante el juez. Pochetti respondió preguntas durante más de cuatro horas ante Bonadio y los fiscales Carlos Stornelli y Carlos Rívolo y luego quedó detenida.

Bonadio resolvió citar al hijo de la ex presidenta CFK.

El abogado defensor Miguel Angel Pló pidió la excarcelación pero las fuentes señalaron que hasta que eso se dilucide, la viuda de Muñoz quedará alojada en la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal.

Pochetti tenía orden de captura desde la noche del viernes último, imputada en la causa de los cuadernos porque para los investigadores montó un "entramado de sociedades" para la compra venta de propiedades y lavado de unos 70 millones de dólares.

Muñoz falleció en 2016 y a fines de ese año, Pochetti y otros acusados vendieron 16 inmuebles en las ciudades estadounidenses de Nueva York y Miami. La mujer llegó a los tribunales federales de Retiro poco antes de las 9 y se dirigió junto a su abogado al cuarto piso sede del juzgado para entregarse en la secretaría que lleva el caso.

Bonadio debe definir además si acepta homologar el acuerdo como imputado colaborador que pidió ayer otro presunto testaferro del fallecido Muñoz, Sergio Todisco, quien declaró más de cuatro horas ante el fiscal Stornelli luego de ser detenido.

Pochetti se entregó en una jornada en la que también fue indagado el ex intendente radical de Vicente López, Enrique "Japonés" García, quien arribó a Tribunales poco después de las 9.30 y luego fue el turno del diputado nacional Kirchner.

Máximo Kirchner dejó un escrito en el juzgado y no contestó preguntas.

El escrito de Máximo

"Resulta sorprendente que un expediente judicial, en tan pocos meses de trámite, reúna semejante cantidad de irregularidades, ilicitudes y actividades delictivas como las que se dan en el presente proceso", sostuvo en el escrito el diputado Kirchner.

Arribó a los tribunales federales de Retiro minutos antes de las 11 y se retiró 40 minutos después, luego de dejar el escrito y negarse a responder preguntas, según el acta de la declaración indagatoria.

"Hacerme partícipe de una asociación ilícita integrada por decenas de personas, a muchas de las cuales no conozco, e incluso por familiares directos del presidente de la Nación, Mauricio Macri, y empresarios que le resultan afines, ingresa a un terreno tan ridículo que me exime de mayores comentarios", sostuvo en el escrito.

Entre otros aspectos, el diputado y su defensa reclamaron que se les entreguen los "registros técnicos" donde debieron quedar documentadas las declaraciones de los denominados "imputados colaboradores" del caso, según el artículo 6 de la ley del arrepentido.

Al reclamar su sobreseimiento y negar los cargos, el legislador camporista aludió a que se lo imputó porque "el show debía continuar" en relación a "una serie de dirigentes políticos, entre los cuales naturalmente no podía estar ausente, una vez más, el apellido Kirchner."

"Estamos en presencia de una nueva imputación falsa, repito, construida con el solo propósito de denostar a dirigentes políticos opositores y, al propio tiempo, tomar venganza respecto de algunos de ellos, quienes han impulsado en contra de Bonadio su juicio político", agregó.

A la hora de referirse a la acusación en su contra y a su "situación personal", remarcó que el ex secretario de Obras Públicas José López, quien lo nombró al declarar como arrepentido, "sólo hace referencia a la actividad política que habría cumplido al frente de la agrupación La Cámpora y la manera como supuestamente se tomaban decisiones en dicha organización". 

"En otras palabras, más allá de comentarios que se ponen en la boca de López y que nada tienen que ver con esta investigación, lo cierto es que ni siquiera existe una insinuación directa o tácita de que hubiera sido destinatario de dinero alguno de procedencia ilícita", aseveró.

También aludió a la "ligereza" y "mala fe" del juez.

"La elección de Bonadio como juez de este proceso no resulta un episodio fortuito. Posiblemente ningún otro magistrado se hubiese animado a desarrollar un raid delictivo que prácticamente no dejó en pie ninguna garantía constitucional", agregó al referirse a un "simulacro de investigación judicial".

El diputado entró a los tribunales federales de Retiro por un acceso lateral y estuvo acompañado por Horacio Pietragalla, Eduardo "Wado" de Petro y Andrés "Cuervo" Larroque.