"Como gobierno vemos con preocupación la necesidad de discutir sobre el rol de las PASO en nuestro sistema electoral”, aseguró el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en un acto en Olivos el pasado 28 de junio. Las críticas del macrismo hacia las Primeras Abiertas Simultáneas y Obligatorias son una constante: aducen que su finalidad no se cumple y que el Estado debe desembolsar por ellas $2800 millones.
El Gobierno quiere eliminar las PASO en 2019.
La embestida contra los comicios que creó el kirchnerismo en 2009 es de tal magnitud que Mauricio Macri analiza eliminarlas para 2019. Pese a esto, por estas horas la mesa chica del Gobierno ve con preocupación una posible baja concurrencia del electorado macrista el 13 de agosto. Este escenario podría garantizarle a Cristina Kirchner una victoria aplastante sobre Esteban Bullrich y Gladys González, y darle impulso a su campaña en el tramo final de cara a octubre.
La más preocupada es María Eugenia Vidal, que en los últimos días comenzó a pedirle al electorado que se acerque a votar en las PASO. “Esta campaña se decide el 22 de octubre, pero el 13 de agosto es una buena oportunidad para expresar lo que piensan. Les pido a los argentinos que vayan a votar. Es un derecho, no solamente una obligación”, dijo hoy en diálogo con radio Mitre.
Vidal, de timbreo. La Gobernadora pidió votar en agosto.
En el equipo de campaña de la gobernadora entienden que el voto macrista es, tal vez, el que más rechazo tiene hacia las PASO. El caso más elocuente ocurrió en 2015, en la batalla electoral que disputaron Macri y Daniel Scioli. En aquel momento, entre la PASO y la general, el candidato del FPV sumó 140 mil votos en la provincia de Buenos Aires mientras que Cambiemos creció en 620 mil, detalló Clarín.
Las últimas encuestas dan como ganadora a CFK, y por tal motivo el gobierno apuesta a que en caso de enfrentar una derrota, sea por el margen más pequeño posible. "No podemos arriesgarnos a perder por más de 5 puntos", expresó a BigBang un armador de campaña en el territorio bonaerense. Claro que el pedido de Vidal para el electorado contradice las críticas del Gobierno hacia las PASO.
Cristina Kirchner al frente de una campaña que preocupa al Gobierno.
En rigor, en las elecciones del 14 de agosto, casi ninguna fuerza política celebrará internas y sus candidatos a senadores y diputados se medirán directamente en octubre. De los $2800 millones que se destinan a las primeras, 81 millones de pesos se reparten entre las fuerzas políticas que compiten en concepto de aportes de campaña. El Gobierno lo entiende como una financiación innecesaria.
Las PASO se reducen de esta forma a una gran encuesta nacional previa en la que el gobierno no quiere perder por goleada. Aunque los más optimistas vaticinan una victoria ajustado por un sólo gol.