02 Octubre de 2016 06:31
Jorge Lanata ingresó este fin de semana al barrio privado Abril para tomar imágenes de las millonarias propiedades del cuestionado empresario tabacalero, Carlos Daniel Tomeo. Mientras manejaba por el country, el conductor notó que un auto lo seguía y bajó para interpelar al conductor. Era uno de los hijos del hombre al que Elisa Carrió señaló ante la Justicia como el testaferro de Aníbal Fernández.
“¿Vos sos uno de los hijos de Tomeo?”, indagó envalentonado Lanata al ver que detrás del volante se encontraba un joven de 17 años junto a su novia. “Sí”, respondió el adolescente. “¡Ahh, qué bueno! Mandale un abrazo a tu viejo”, desafió con tono irónico. “Bueno”, retrucó tranquilo el hijo de Tomeo, quien había llamado a su padre y lo hizo escuchar todo el diálogo desde su iPhone.
El periodista se bajó del auto e interpeló al joven de 17 años que lo seguía.
Lanata: “Pensé que podías ser de un servicio, pero sos muy chico para ser un servicio”.
Hijo de Tomeo: “¿Servicio? ¿Cómo?”
Lanata: “No entendés lo que te digo”.
No conforme con las respuestas evasivas del adolescente, el periodista fue por más y lo interpeló: “Contame, ¿cómo hizo tu papá toda la plata? ¿Todo ese efectivo?”. “Trabajando”, resistió el adolescente. “¿Trabajando? ¿No va al banco? ¿A vos te parece normal tener diez millones de dólares en tu casa?”, le espetó el conductor en alusión al dinero encontrado el 22 de septiembre durante el allanamiento ordenado por el juez Luis Armella, quien investiga el vínculo entre Tomeo y el ex jefe de Gabinete de Cristina Kirchner.
“Mi papá va al banco”, defendió el adolescente desde las calles del exclusivo barrio cerrado (para conocerlo por dentro, hacé click acá), y corrigió al periodista: “¿Cómo diez millones de dólares?”. Rápido de reflejos, Lanata se corrigió: “Diez millones de pesos”. Incómodo por las preguntas, el hijo de Tomeo decidió dejarle “la posta” a su padre, quien seguía la conversación por teléfono. “Hable usted, ¿quiere hablar con mi papá?”, propuso.
El empresario se defendió y dijo que el fisco lo persiguió, como al Grupo Clarín.
El cruce entre Lanata y Tomeo, padre
Lanata: “¿Qué tal, Tomeo? Lanata le habla, ¿cómo anda?”
Tomeo: “¿Qué tal, Lanata? ¿Cómo te va? Mucho gusto”
Lanata: “Estamos hablando con usted porque su hijo nos estaba siguiendo”
Tomeo: “Ustedes se dedican a perseguir gente que no es (de la) política. ¿Querés saber cómo hice la plata? Mi plata está en la AFIP. Trabajé toda mi vida”.
Lanata: “¿Usted me dice que los millones en efectivo que tenía en su casa los tenía dececlarado en Afip? ¿Sabe a qué me hizo acordar al ver tanta plata en efectivo, usted coincidirá? A (Pablo) Escobar Gaviria, ¿me entiende?”.
Tomeo: “No, está equivocado. Consulte con el fisco todas mis declaraciones juradas. La misma gente que persiguió al Grupo Clarín, me persiguió a mí. Va a ver qué mal la he pasado con el fisco y cómo me ha perseguido”.
El "vínculo narco" que deslizó el periodista tiene arraigo en otro de los vínculos investigados por la Justicia. Según publicó el diario Perfil, el tabacalero le compró en 2010 una estancia a Ignacio Álvarez Meyendorff, narco colombiano que cumple su condena en Estados Unidos.
Parte del dinero en efectivo encontrado en la casa del investigado empresario.
Lanata: “A mí me preocupa que le enseñe a su hijo a perseguir a los demás. ¡Es un nenito!”.
Tomeo: “No, ¿sabe lo que pasa? Hay tanta inseguridad. Usted se hizo pasar por (
Francisco 'Paco')
Larcher (ex subjefe en la disuelta SIDE)”.
Lanata: “Le dije eso porque es un nene de quince años”.
Tomeo hijo: “No, tengo permiso de conducir”.
Tomeo: “Es poco serio por parte de un periodista grabar a un chico de 17 años, que es menor de edad”
Lanata: “¿Cómo me voy a tomar en serio a un chico con la novia que, en cambio de ir a tomar un helado o a fumarse un porro, me persigue a mí? No me lo puedo tomar en serio nunca”.
Aunque la grabación se corta, las imágenes obtenidas desde el auto del hijo del empresario dan cuenta de que la producción de Periodismo para todos también decidió registrar el insólito cruce. Habrá que esperar para ver la respuesta del conductor.