Alejado de la primera plana de las repercusiones luego de la entrevista que realizó el ex presidente Mauricio Macri en el canal de noticias TN, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, decidió poner segunda en el "operativo contención" después de las palabras del ex mandatario contra quien fuera su ministro de Interior, Rogelio Frigerio, y el ex titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó.
“Recluido”, como definió un alta fuente oficial, el alcalde porteño mantuvo durante el martes diferentes contactos con Monzó y Frigerio para asegurarse de que las críticas del ex presidente no escalaran. A su mesa más intima, Rodríguez Larreta les llevó la tranquilidad de que no iba a haber una ruptura y confirmó lo que todos ya sabían: en las elecciones se vendrá el momento de la revancha.
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No obstante ello, Rodríguez Larreta les contó a sus interlocutores que la reacción de Monzó fue tomar la crítica "como de quien venía" y, tal como publicó BigBang, en respuesta a la crítica que él mismo le había realizado en una entrevista con el sitio Infobae.
“Lo dije para Cristina en su momento, y para Macri en este momento. Nos cuesta mucho en nuestro país hacer un cambio generacional definitivo. Creo que Cristina y Macri tienen que ser una etapa terminada”, había sostenido Monzó en esa entrevista.
Distinta fue la reacción, según le dijo a sus más cercanos Rodríguez Larreta, de Frigerio; que sí se enojó con las declaraciones de Macri. “Yo la delegué en mi ala más política con filoperonistas tanto en la Cámara de Diputados y los gobernadores; yo tendría que haber puesto el foco ahí porque claramente se jugaba mucho en la Argentina en poder convencer”, dijo anteayer el ex presidente.
La decisión de Rodríguez Larreta de buscar contener a ambos dirigentes, con los que acordó una relación de “socios sí, empleados no”, apunta a lo que es junto con la gestión de la Ciudad una de las dos preocupaciones que tiene: la unidad de Juntos por el Cambio. En ese sentido, del cual ya incluso habló públicamente, optó por empezar un camino de silencio.
Ayer no sólo no estuvo en el Zoom de Juntos por el Cambio, sino que también evitó la foto del primer día del protocolo de revinculación con la escuela de Ciudad. Ese anuncio, que es un “gol” que cualquier gobernador quería en este momento de la pandemia del coronavirus (Covid-19), pasó a un segundo plano.
Junto a la ex gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, fueron las dos ausencias más notorias del encuentro. Sin embargo, el alcalde porteño ya tenía definido desde hacía al menos una semana no estar no sólo junto su ministra de Educación, sino que también evaluaba no estar en el Zoom. “Lo terminó de convencer la situación que se vivió”, agregó una alta fuente oficial.
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Mientras tanto, poco a poco sus armadores políticos comienzan a reactivar los contactos de la estrategia nacional que tenían planeada desde fines del año pasado con miras a las elecciones presidenciales del 2023. Encuentros virtuales, algunos presenciales con distancia social con dirigentes muy puntuales son parte del abanico que comienzan a empezar a mover nuevamente.