por Agustin Gulman
23 Agosto de 2016 12:01Un disparo le puso fin a la vida de Melina López dos años y cuatro días atrás. Ella volvía de pagar una factura de su teléfono celular junto a su novio. Caminaban por la avenida Fernández de la Cruz, cuando el balazo proveniente de la toma de un terreno lindero a la Villa 20 impactó en su cuerpo. Esa semana, la toma cumplía seis meses y las promesas de desalojo se habían postergado una y otra vez, hasta que finalmente se concretó de forma violenta exactamente hace dos años. Hoy, Rodríguez Larreta anunció la urbanización de ese sector, que incluirá también a viviendas del asentamiento de Villa Lugano.
La toma del barrio Papa Francisco, en el barrio porteño de Villa Lugano.
Al barrio tomado lo llamaron Papa Francisco, y en verdad no era una villa. Era mucho menos: vivían 350 familias que habían llegado hartos de las promesas de vivienda. Ese predio ubicado en Fernández de la Cruz y Pola era un cementerio de autos con un alto grado de contaminación en la tierra. La Ley 1.770, de 2005, ordenaba que allí se construya un barrio. Eso no ocurrió. La bronca fue in crescendo. Y un día, rompieron las frágiles rejas y se metieron.
Así era desalojado el predio del barrio Papa Francisco, en agosto de 2014.
En un principio, la Ciudad hizo todo lo posible por efectuar el desalojo. Sin embargo, la disputa con las autoridades de la Nación no habilitaban las condiciones para hacerlo con la seguridad de que no habría heridos ni incidentes. Una vez fue por la falta de personal de las fuerzas federales. Otra, por una demora judicial. Así, el asentamiento fue tomando forma bajo los yuyos y el barro propio de un terreno que no se encontraba en condiciones de ser habitado.
Luego llegarían las primeras denuncias. Robos, un homicidio en la zona, previo a la muerte de Melina López y la sospecha de que dos bandas narco operaban en la Villa 20, así como también que un grupo de punteros comercializaban los lotes a los más necesitados. Todo partió de una necesidad básica: la vivienda. En los meses en que se extendió la toma, el predio se transformó: del pasto crecido ya había pequeñas construcciones de ladrillo, chapa y precarios refugios de nylon. El desalojo violento llegó el 23 de agosto de 2014, cuando por las mañanas las topadoras se adueñaron del predio.
Hoy, el jefe de Gobierno porteño anunció la urbanización de ese predio, que desde el violento desalojo que terminó con seis detenidos y ocho heridos se encontraba cerrado y custodiado fuertemente por Gendarmería Nacional y Policía Metropolitana. El plan consiste en la construcción de 1.600 viviendas, pero también se abrirán calles y se construirán espacios verdes. Es en el marco de un programa de "integración social y urbana", que días atrás tuvo como protagonista a la Villa 31 de Retiro.
La Villa 20 es la cuarta más grande de la Ciudad de Buenos Aires.
La Ciudad había sido obligada en más de una ocasión por la jueza María Elena Liberatori a urbanizar tanto el predio como el sector de la villa 20, la cuarta más grande de la Capital Federal. Por eso, Rodríguez Larreta hoy anunció que la iniciativa incluirá cambios y mejoras en las viviendas del asentamiento de Lugano. Para la entrega de viviendas habría intervención judicial, y muchos vecinos de la villa serán relocalizados. El objetivo es que las obras finalicen en 2019.
La Ciudad estaba obligada a realizar un censo de todos los habitantes no sólo del barrio Papa Francisco, sino también de la Villa 20. Los resultados fueron anunciados días atrás. A grandes rasgos, se destaca que viven unas 27 mil personas, 9 mil familias y 4.500 viviendas. Es decir, un promedio de 6 personas por casa. En su mayoría, las construcciones son precarias y una familia entera puede llegar a vivir en una habitación de unos pocos metros cuadrados, sin ningún tipo de servicio básico.
Las obras anunciadas hoy por Rodríguez Larreta comenzarán en octubre y se segmentarán por etapas. La primera, de 552 viviendas, finalizará en 2018. Para ese proyecto se requerirán unos 700 millones de pesos.