Septiembre del 2020. Alberto Fernández anunció desde la residencia de Olivos la quita del punto de coparticipación adicional que Mauricio Macri le otorgó de forma irregular a la Ciudad de Buenos Aires durante su presidencia. Lo hizo para crear un fondo de fortalecimiento financiero para la provincia de Buenos Aires, en el marco del reclamo sedicioso de la Bonaerense. La puja por los 35 mil millones de pesos terminó de detonar el hasta entonces protocolar vínculo entre el presidente y el jefe de Gobierno porteño, quien respondió con una presentación judicial, un mega ajuste en el presupuesto 2021 y tres meses más tarde castigó a los porteños con un nuevo impuesto del 1,2 por ciento de cargo adicional en las compras con tarjeta de crédito.
La respuesta política de Larreta fue ajustar, delegando de forma explícita en sus discursos que el culpable era el Gobierno nacional. En el presupuesto elaborado por el Ministerio de Hacienda, conducido por Martín Murra, se detalló que la baja de $32.300 millones del gasto público se vería expresada en la suspensión de la compra de equipamiento para la Policía porteña, la revisión de contratos de empleados del rubro recolector de residuos y la reducción de las tareas de mantenimiento del espacio público. Los $19.700 millones restantes se compensarían con la anulación de las exenciones del 7 por ciento en Ingresos Brutos para las Leliqs y las operaciones de pases, así como lo recaudado por el nuevo impuesto a los sellos en las tarjetas de Crédito.
Mientras buscaba instalar que la culpa del "desfinanciamiento de la Ciudad" (ya empatado con ajustes que tuvieron como protagonistas a los trabajadores del sector público de manutención de la Ciudad y la creación de nuevos impuestos para los vecinos), el jefe de Gobierno porteño recibía millones de pesos destinados a sostener a los sectores productivos más golpeados por la pandemia por parte del Gobierno nacional, a través del Ministerio de Desarrollo Productivo, conducido por Matías Kulfas. Pero, claro, esos números nunca fueron expuestos por las autoridades porteñas.
"El Ministerio de Desarrollo Productivo de Nación movilizó, en lo que va de la gestión, más de $270.000 millones en el distrito, que fue el más apoyado en pandemia", señaló el subsecretario de Productividad y Desarrollo Regional PyME, Pablo Bercovich, en un hilo en el que enumeró programa por programa la asistencia directa que recibió Larreta durante la administración de la pandemia.
Con el programa ATP, el Estado Nacional se hizo cargo del pago de salarios de las PyMEs de CABA. El 36% del monto total del ATP fue para CABA. Con respecto a créditos para PyMEs, con bonificación de tasa del FONDEP, el 20% del monto total del país fue para CABA. Son tasas de entre el 0% y 24% cuando hasta hace dos años las tasas eran superiores al 70%. Los créditos más otorgados en CABA fueron los de tasa 0% para sostener a PyMEs turísticas y culturales y también los de inversión productiva. Todas líneas con bonificación de tasa de Nación. También se movilizaron desde Nación más de $2000 millones en aportes no reembolsables para que las PyMEs de CABA tengan asistencia en temas estratégicos, como economía del conocimiento, transformación digital, diseño. Porque las PyMEs de todo el país ya tienen agenda de futuro. Más de 10.000 porteños/as se capacitaron en el marco de programas del Estado Nacional. Los verdaderos cambios se hacen con presupuesto del Estado para las PyMEs. En el 2019 el presupuesto de la Secretaría PyME de Nación fue de $3400 millones. En 2020 fue de $127.000 millones.En Argentina hay más actividad industrial ahora que antes de la pandemia, con 14 meses de crecimiento del empleo industrial y 40.000 puestos de trabajo más que en 2019"
Además de la asistencia que recibió por parte de Nación, Larreta avanzó con el ajuste presupuestario incluso cuando según los propios datos oficiales publicados los recursos que en ese momento se estimaban para el 2021 exponían un incremento del 40 por ciento con respecto a los del 2020: un total de $587.568,9 millones. Sólo en impuestos, la administración de la Ciudad calculaba facturar $549.148,2 millones (un 39,2% más que en 2020).
Tres días atrás, el jefe de Gobierno porteño volvió a hablar del litigio judicial por la quita de la coparticipación extraordinaria que recibió la Ciudad durante la presidencia de Macri e incluso advirtió que, en caso de que la Corte Suprema le dé la derecha, "bajará los impuestos" que agregó en este 2021. Todo, claro, en el marco de la campaña legislativa.
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"Nosotros adherimos a la baja de impuestos del pacto fiscal de 2017, que en cinco años bajaba sobre todo Ingresos Brutos y Sellos; bajamos el primero y segundo año, cumplimos, pero ocurrió un guadañazo y nos sacaron la coparticipación", expresó indignado el jefe de Gobierno, al tiempo que prometió en tono proselitista: "Si la Corte hace que nos devuelvan la plata, al minuto bajo los impuestos que subimos y no se sube ningún impuesto más en la Ciudad de Buenos Aires. Habrá que ver si el máximo Tribunal recibió el no tan sutil mensaje.