Mauricio Macri recibirá en su despacho de la Casa Rosada al CEO de una de las financieras más importantes del mundo, Larry Fink, un reconocido empresario, a cargo de BlackRock, considerada como una de las empresas más prestigiosas del mundo. Su fortuna personal alcanza los U$S 20.000 millones, según el ranking de la revista Forbes.
Fink gestiona uno de los mayores fondos de inversión del planeta. Tan sencillo como eso. Por eso, se estima que el encuentro con Macri, en un contexto en el que el presidente sostiene desde el inicio de su mandato que habrá un shock de inversiones en el país, será más que importante.
Para entender la dimensión de la figura de Fink sólo basta con algunos datos duros: la empresa que conduce tiene un patrimonio de unos U$S 4,65 billones. Un artículo de la revista Apertura de marzo de 2015 releva que, si BlackRock fuera un país, sería la cuarta potencia económica, detrás de los Estados Unidos, China y Japón.
Fink se reunirá esta tarde a las 15 con el presidente Mauricio Macri en Casa Rosada.
La vida de Fink podría ser la de cualquiera otro. Pero no lo es. Y lejos está de serlo. Nació en California, Estados Unidos, en el seno de una familia de clase media: su padre era zapatero y su madre profesora. Estudió en Los Ángeles y su primer empleo fue en el banco First Boston, en 1976. “¿Si me siento una persona poderosa? Bueno, en casa son mi mujer y mis hijos los que mandan”, reconoció durante una entrevista con el diario español El País.
Meses atrás, en un encuentro que mantuvo junto al ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, el poderoso empresario se refirió al contexto político y económico que vive la Argentina: “Creo que hay democracias tratando de dirigir cierto enojo para construir un futuro mejor. Lo que ha hecho Macri en seis meses es mostrar lo que un Gobierno puede hacer para cambiar el futuro de su país y de su gente”.
Junto a Alfonso Prat-Gay, durante un encuentro, Larry Fink expuso sobre el Gobierno argentino.
Incluso, deslizó unas cuantas críticas hacia la gestión de Cristina Kirchner. Fink dijo que por el Gobierno anterior, “la Argentina quedó como un país aislado”. “El mercado de capital no estaba funcionando, los capitales extranjeros se estaban yendo”, cuestionó.
En ese encuentro, Larry jugaba al periodismo con preguntas desde el llano hacia el ministro argentino: “¿Hay enojo en los blogs y en las redes sociales de Argentina?”, ¿hay indicadores de que la gente cree que están yendo por el camino correcto?, ¿qué está pasando en las calles argentinas?”.
Una estrategia de Fink fue más que clara, hace unos años, cuando elaboró una teoría respecto al mundo de la inversión. Básicamente se mostró confiado en poner a trabajar el dinero para lograr objetivos: “Si pensás que el mundo será mejor dentro de 30 años, una estrategia de inversión adecuada es diversificar con un horizonte temporal a largo plazo”.
La financiera BlackRock es la más importante del planeta. Su sede está ubicada en New York y su objetivo son las inversiones de renta variable, fija y activos inmobiliarios, entre otros. Sólo entre los clientes que forman parte de la base comercial de la empresa fundada por Fink en 1988 se llega a la suma de 8 mil billones de dólares.
Larry Fink fundó en 1988 la financiera BlackRock.
De este modo, Fink es dueño de uno de los grupos financieros más influyentes no sólo de Wall Street y Washington, sino también de todo el planeta, con oficinas en todo el mundo: desde Londres hasta Hong Kong. Desde Milán hasta Pekín. Incluso, en España es el principal accionista de los dos bancos más importantes: Santander y BBVA.