20 Abril de 2017 19:01
Antes de las elecciones de 2015, el mensaje estético parecía ser claro: nada de bigotes en el seno de Cambiemos. Mauricio Macri estuvo a la vanguardia, eliminando el vello de su labio superior mientras aún era jefe de gobierno porteño.
El bigote de Mauricio Macri desapareció hace años.
Y en aquella decisión, lo siguieron Federico Pinedo, Gustavo Posse, Fernando Niembro, Carlos Melconian y Cristian Ritondo, entre otros.
Marcos Peña adoptó la barba meses atrás.
Sin embargo, esta vez la marea parece ir en otra dirección: algunos de los rostros lampiños de los integrantes del partido oficialista han dado paso a incipientes barbas.
De Peña a "Guillo"
El usualmente atildado jefe de gabinete Marcos Peña fue uno de los primeros en probar un look más descontracturado dejándose crecer una corta barba meses atrás.
Quintana, en el extremo derecho, es otro de los funcionarios que abandonó la afeitadora.
Lo mismo decidieron el coordinador del gabinete económico, Mario Quintana, y el ministro de Transporte Guillermo Dietrich, quien mostró su flamante barba hoy en una videoentrevista con La Nación.
Guillermo Dietrich, en una entrevista en video con La Nación.
De esta manera, el trío se suma a otros dos funcionarios de Cambiemos que ya jugaban hace un tiempo para el equipo de los "barbudos": Gustavo Lopetegui y Rogelio Frigerio.
La tendencia parece permear también a las segundas líneas: otro nuevo barbudo es el Subsecretario de Coordinación de la Obra Pública Federal, Ricardo Delgado.
Delgado, Peña y Frigerio, tres de las barbas de Cambiemos.
El mensaje detrás del vello
Como ninguna arista de la comunicación de Cambiemos está librada al azar, bien podríamos conjeturar que el festival de vello facial de algunos de sus funcionarios apunta a brindar algún mensaje.
Por un lado, según un estudio de los psicólogos Barnaby Dixson y Paul Vasey, publicado en la revista especializada Behavioral Ecology, las personas asocian la barba a una señal de respeto y poder, que coloca a su portador en una posición social más alta a ojos ajenos.
Entonces, no sería extraño que los "barbados" del oficialismo quieran ofrecer una impresión de autoridad y firmeza, mostrándose como hombres sabios y seguros de sí mismos.
Sin embargo, la periodista de moda Dora Becher apunta otra teoría: la barba aquí representa un camino descontracturado, juvenil y espontáneo.
"Es subir la apuesta", explica en charla con BigBang. "Si la usan no es por descuido, es muy pensado. No es un look neutral, usar la barba anuncia un 'no me da miedo'. Es animarse a que te digan algo".
Pelos que cierran la grieta
A principios del año pasado, algunos referentes peronistas también habían coqueteado con el look barbado. Así, Aníbal Fernández se mostró con una poblada barba canosa, al igual que el diputado nacional por el Frente para la Victoria, Carlos Kunkel, y el ex vicepresidente Amado Boudou.
Aníbal Fernández se dejó la barba durante el verano del 2016.
En aquel entonces, claro, el Frente para la Victoria había abandonado el poder, y muchos interpretaron sus barbas simplemente como un gesto de comodidad luego de apartarse del ojo público.