El cambio de figuras en el Ministerio de Seguridad nacional ya tiene su primera acción concreta. El titular de la cartera, Aníbal Fernández, tiene decidido avanzar con un plan de refuerzo en la ciudad de Rosario, aquejada, desde hace varios años, por la violencia originada por el narcotráfico que creció de manera exponencial en las últimas dos décadas.
En esa sintonía, y con el rol clave del ex secretario de Seguridad provincial, Marcelo Sain, a cargo del Ministerio Público de la Acusación en Santa Fe y de estrecha relación con Fernández, la Casa Rosada quiere mandar un mensaje de fuerte respaldo a los pedidos del gobernador de Santa Fe, Omar Perotti luego de varios cruces entre las administraciones nacionales y provinciales.
En concreto el plan de seguridad para la ciudad de Rosario, y que será extendido a la capital provincial también ,incluye cinco etapas todas centradas en el desembarco de 1.575 efectivos de las diferentes fuerzas federales con fecha límite para marzo del 2022. El primer envió será de 575 de forma inminente, es decir entre 15 y 20 días.
El primero de los puntos tiene que ver con el reordenamiento de las fuerzas federales que hay en esa provincia. A diferencia de lo que sucedió con la administración de la exministra de Seguridad, Sabina Frederic, Fernández tiene pensado un operativo de inundación de efectivos para dar así respuesta a una de las dos cuestiones troncales que consideran necesarias de cara los comicios de noviembre: la seguridad y el campo. No por nada Perotti hoy también estuvo junto al ministro de Agroindustria, Julián Domínguez.
El segundo punto tiene que ver con las funciones especiales. En conferencia de prensa el ministro Fernández anunció la creación de la Unidad Móvil 7, que esperan conformar con 1.000 efectivos federales que desembarcarían con fecha de marzo del 2022 en la mencionada ciudad. En el ínterin, la Policía de Seguridad Aeroportuaria y la Gendarmería seguirán con los refuerzos que tienen hasta ahora.
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El tercer punto tiene que ver con convertir a Rosario, y vías de acceso y salida que tiene, en el centro de los esfuerzos de la lucha contra el narcotráfico. Por fuera del consumo interno y la violencia del narcotráfico, lo cierto es que el puerto de esa ciudad es visto desde hace tiempo como una vía de salida cocaína y otros estupefacientes.
Asimismo se proyecta una inyección de capital a las fuerzas de seguridad para combatir directamente la violencia del narcomenudeo. El desembarco de la PSA para asistir a la Justicia provincial y federal en las investigaciones contra el narcotráfico se mantendrá “siempre y cuando lo determine la Justicia”, sostuvo Fernández en conferencia de prensa.
El último punto tiene que ver con que exista una percepción de la ciudadanía de que los efectivos policiales están en la calle. Que se note la “presencia” por parte de la sociedad. La decisión de reforzar la presencia de fuerzas federales en Rosario tienen como componente central la buena relación entre Aníbal Fernández y Marcelo Sain.