A pesar de tener a Alberto Fernández como impulsor visible, el proyecto de legalización de aborto tiene como principal redactora a la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra.
La iniciativa tiene más de 50 páginas y prevé la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14 de gestación.
Fuera de ese plazo, se puede acceder a la IVE solo si el embarazo es resultado de una violación -con declaración jurada pertinente excepto en niñas menores de 13 años- o si está en peligro la vida o la salud integral de la persona gestante.
Alberto Fernández anunció el envío del proyecto de legalización del aborto
El proyecto también determina que toda persona gestante tiene derecho a acceder a la IVE en el sistema de salud en un plazo de 10 días corridos desde que se requiera.
Paralelamente establece obligaciones por parte del personal de salud con las mujeres y otras personas gestantes que requieran acceso al aborto, incluyendo trato digno, privacidad y confidencialidad.
La objeción de conciencia individual por parte de los profesionales médicos está permitida pero es obligatorio que la IVE se aplique sin demoras. Quien dilate injustificadamente u obstaculice la práctica será penalizado.
Plan de los 1000 días
Junto al proyecto de legalización del aborto, el gobierno nacional envió al Congreso el Plan de los 1000 días, que apunta a acompañar, proteger y apoyar integralmente a las embarazadas, puérperas y niños hasta los dos años de edad.La iniciativa está inspirada en una similar que funciona en San Juan desde el 2016. Este programa apunta a fortalecer el crecimiento y desarrollo de los niños a través del cuidado de la madre, y del niño o niña hasta los dos años.
Está dirigido a todas las embarazadas, sin cobertura social y en cualquier etapa de su gestación, y a madres con bebés de hasta 24 meses.
El plan consta de cuatro etapas: durante el embarazo (desde su detección hasta el parto), a partir del nacimiento hasta los 6 meses de vida con foco en la lactancia materna; a los 6 meses con la incorporación de las primeras papillas hasta el primer año del niño, y desde ese momento hasta los 2 años, apuntando a la alimentación complementaria.
Actualmente, el proyecto se está trabajando desde el Consejo Nacional de Políticas Sociales y eventualmente articularía políticas, planes y programas vinculados con el embarazo y los dos primeros años de vida.
Además, comprometería el trabajo de una mesa interministerial nacional, con un abordaje territorial para alcanzar a todas las embarazadas.