"Hace un año les dije que teníamos que construir las bases para que la Argentina pueda crecer 20 años de manera consecutiva. Eso es lo que hicimos. Ese crecimiento invisible sucedió", así se refirió Mauricio Macri en la apertura de las Sesiones Ordinarias del Congreso a las "bases firmes" sobre las que hoy se asentaría el país.
"Es como cuando empezamos un edificio: en el pozo no se ve lo que estamos haciendo, las estructuras, volcando el hormigón, pero esa base existe y está, sobre ella se construye el resto", expresó.¿Pero cuáles son esas bases que en 2017 anunció el Presidente y que hoy ya son parte de la estructura?
Macri habla de cimientos sólidos.
Si uno se remonta al discurso del año pasado que dio inicio a la apertura de las Sesiones Legislativas Mauricio Macri ya anticipaba "estamos construyendo la estructura fundamental de un país que nos contenga a todos, a los argentinos del presente y del futuro".
Entre esos cimientos a los que el mandatario argentino hizo referencia hace tan sólo un año se encontraban temas tales como la reducción de la pobreza. "Cuando les digo que trabajamos en serio para construir las bases del crecimiento hablo de esto. De algo tan básico como abrir una canilla y que salga agua limpia", decía el 1° de marzo del año pasado.
Así prometió mejorar la situación de más de 480.000 familias, urbanizando 381 asentamientos informales, con agua potable, cloacas, veredas iluminadas y espacios públicos de calidad. Si bien estas obras se encuentran en marcha, la mayoría de ellas se encuentran a mitad de camino.
Por otro lado la reducción de la pobreza en la Argentina aún parece ser una utopía. Según la Universidad Católica Argentina el 28,6 % de los argentinos son pobres, y el 38% de los niños vive en situación de precariedad.
La probreza y la inflación, las grandes deudas de Macri.
Claro que otra de las patas de las bases se sustentó en el crecimiento de la economía durante 2017. Esta fue una meta lograda ya que durante todo el año la actividad tuvo un incremento de 2,8%, según el Indec. Pero claro está que ese crecimiento no es nada con una inflación que no cede y después de un año de contracción.
El principal flanco débil se relaciona, sin dudas, con la suba de precios y la meta de inflació que se había puesto el gobierno en 2017, adhiriendo a las del Banco Central que hablaban de entre el 12% y el 17 por ciento. Desatinado en sus mediciones la inflación cerró el año cerca del 25 por ciento.
Aunque las bases sobre las cuales se quiere sentar la Argentina estén claras, aún le faltan firmeza. Sin embargo, el Presidente insistió en remarcar que los argentinos ya empezaron a ver los frutos.