Lázaro Báez negó todo: estuvo sólo 20 minutos ante Sebastián Casanello en el despacho que tiene en el cuarto piso de los Tribunales de Comodoro Py. Luego de que el juez federal rechazara el pedido para suspender la declaración indagatoria por un trastorno psicológico, el empresario kirchnerista le entregó un escrito.
Lázaro Báez, preso desde el 6 de abril, continúa aferrándose al silencio.
En su presentación, según Infobae, Báez rechazó ser el dueño de Helvetic Services Group. El empresario está acusado de lavar dinero de la obra pública de Santa Cruz a través de la multimillonaria compra de bonos de la deuda argentina para reingresarlos al país, justamente, desde esa empresa radicada en Suiza.
Báez negó ser el dueño de Helvetic, pero su asesor, Jorge Chueco, figura en los registros.
Báez tiene razón: no es el dueño legal de Helvetic. Sin embargo, tenía el manejo total de la empresa a través de uno de sus abogados de mayor confianza: Jorge Chueco. Desde el entorno de Chueco confesaron a BigBang que el asesor financiero es el apoderado de la suiza: "Es irrefutable: figura en los registros societarios".
El juez Casanello acusa a Báez de reingresar dinero lavado a través de la empresa de Chueco.
Así, la coartada de Báez se muestra floja de papeles. El juez Casanello, cuando había solicitado la captura internacional de asesor financiero, explicó: "Existen sospechas concretas de que Helvetic reingresó al país entre el 14 de diciembre de 2012 y el 8 de abril de 2013 casi US$ 33 millones a través de cheques por $ 208.840.876 en una cuenta de Austral Construcciones".
Como sea, tanto Báez como Chueco continuan aferrados al silencio. Es que si bien se rumoreaba que podía mostrarse como "arrepentido", el empresario finalmente decidió negar toda acusación. Por su parte, el asesor financiero no piensa ir contra su ex jefe. Ambos seguirán contando sus oscuros días y frías noches en Ezeiza.