06 Abril de 2020 21:13
El ex vicepresidente Amado Boudou, condenado por el caso Ciccone a cinco años y diez meses de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, fue beneficiado este lunes con la prisión domiciliaria por el Tribunal Oral Federal 4 de esta capital.
Debido al avance del coronavirus, el ex vicepresidente fue trasladado con tobillera electrónica hacia su casa, ubicada en Barracas, por Servicio Penitenciario Federal.
El 27 de marzo el mismo tribunal había rechazado el pedido de excarcelación que había hecho su defensa, justificada en el riesgo de contraer coronavirus durante su detención en el Penal de Ezeiza.
Al aceptar el pedido de la defensa de Boudou, el juez Daniel Obligado sostuvo que la condena de cinco años y diez meses de prisión contra Boudou no está firme porque falta “que se pronuncie”, para saber si está bien o mal condenado, la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
El juez también se refirió al “riesgo personal” que representa el avance de la pandemia en el país para con el ex vicepresidente.
“El actual contexto mundial de emergencia sanitaria a causa del Covid 19, ciertamente trastoca prácticamente todas las pautas de las relaciones interpersonales, afectando entonces la implementación de los objetivos conductuales asumidos por el plexo normativo de la ejecución de las penas (ley 24.660), que en definitiva logren con éxito la inserción social de quien resulte condenado, una vez recuperada su plena libertad”, escribió.
Cabe destacar que Boudou no tiene una enfermedad y el Servicio Penitenciario Federal había adoptado medidas para evitar el contacto y la posibilidad de un riesgo mayor: se habían prohibido hasta las visitas de los abogados. Según el juez, Boudou es una suerte de contención emocional para su mujer y dos hijos mellizos en medio de la propagación del coronavirus.
“Siendo que el grupo familiar de la compañera del encausado reside en México, y tiene dificultades para viajar por la enfermedad de su padre, a lo cual, ahora, cabría adicionar la prácticamente mundial prohibición de viajar. Boudou, a su vez, tiene dos hermanos, pero uno reside en el interior y con el otro no mantiene vínculo (lo cual surge del informe socio ambiental). En estas condiciones, el único sostén económico y emocional para los niños de dos años, resulta ser su madre”, agregó el juez.
El 1 de abril, el titular de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Rosenkrantz, había desestimado el recurso de queja presentado por la defensa del ex vicepresidente para reclamar su excarcelación ante el avance de la pandemia de coronavirus.
El titular del máximo tribunal había sostenido que los abogados del también ex ministro de Economía no lograron demostrar que se encuentren configurados los presupuestos que llevarían a una habilitación de la feria judicial extraordinaria para tratar el planteo.
Los abogados Alejandro Rúa y Graciana Peñafort habían reclamado en aquella oportunidad la excarcelación del ex vicepresidente para que pudiera cumplir con el aislamiento social preventivo y obligatorio fuera del penal de Ezezia y habían remarcado que su condena no fue aún revisada por la Corte Suprema.
Rosenkrantz había remarcado que “de ningún modo exige que en esta instancia extraordinaria deba automáticamente habilitarse la feria en todos los planteos realizados por aquellos cuya libertad se encuentra restringida”. Vale destacar que Boudou no formaba parte del listado de 1280 presos del Servicio Penitenciario que se encuentran en “alto riesgo”.
“La habilitación de la feria depende de que se acredite la existencia de un gravamen irreparable”, enfatizó, y luego recordó que “la cuestión atinente a la restricción de la libertad del causante Amado Boudou se encuentra, con el resto de los miles de asuntos que integran la agenda del tribunal, actualmente sometido a consideración de los jueces de esta Corte”.
En aquella oportunidad, el titular del Máximo Tribunal, los defensores de Boudou “no habían explicado en sentido alguno que razón justificaría que sus planteos deban ser considerados por esta corte inmediatamente, en lugar de una vez transcurridos los seis días hábiles restantes hasta la final si finalización del receso extraordinario”.
Sin embargo, aclaró que “en caso disponerse nuevas prolongaciones del receso extraordinario” la cuestión podría ser reexaminada por la Corte. Rosenkrantz también recordó que la excarcelación del ex vicepresidente fue rechazada días atrás por el Tribunal Oral Federal 4 y, a pesar de no abrir juicio sobre ello, sostuvo que “puede ser impugnada por las vías legalmente previstas”.
Finalmente, el juez Obligado optó esta vez por aceptar el recurso de queja presentado por la defensa del ex vicepresidente y fue trasladado, con tobillera electrónica, hasta su casa ubicada en barracas por tiempo indeterminado.