08 Diciembre de 2016 07:25
No importan los lazos familiares. El miércoles por la tarde Ángelo Calcaterra, primo de Mauricio Macri y dueño de IECSA, una de las constructoras más importantes de la Argentina, se llevó una gran sorpresa.
Angelo y su tio Franco.
Según publicó La Nación, el presidente de Enarsa, Hugo Balboa, decidió quitarle los contratos que tenía esta empresa estatal con la Unión Transitoria de Empresas (UTE)que componen la empresa española Isolux y IECSA, para la finalización de las centrales termoeléctricas Brigadier López, en San Lorenzo, Santa Fe y Ensenada Barragán, en Ensenada. De esta manera, perdió una obra que "había conseguido" durante la época kirchnerista.
Con esta decisión, el gobierno de Macri comienza a despejar algunos de los cuestionamientos más duros, que provienen incluso de figuras del riñón de la Alianza Cambiemos, como Elisa Carrió. La jefa de la Coalición Cívica cuestionó en más de una oportunidad a los empresarios amigos de Macri que son contratistas de obra pública, como Calcaterra y el "hermano" del presidente, Nicolás Caputo
El presidente parece cumplir así en parte uno de los anuncios que hizo hace unos meses, cuando afirmó: "Acá se acabó la joda para todos".
Pero ¿por qué decidieron quitarle los contratos? El problema comenzó cuando el consorcio de Calcaterra le reclamó una deuda millonaria a la actual gestión de la empresa estatal.
A pesar de ser el primo Macri, le rescindieron los contratos para finalizar dos centrales termoeléctricas.
Según consignó el medio citado anteriormente, la UTE de Calcaterra pidió 8900 millones de pesos para seguir con las obras en las centrales eléctricas. Esta "presión" no cayó bien para nada bien: Enarsa cerró el trato en $ 520 millones, sacándole a esta cantidad una deuda de $ 1000 millones que el consorcio tenía con ellos.
Ayer por la tarde, Balboa se reunió con el primo del presidente y terminó de negociar la rescisión de los contratos. "Considero que es mejor un buen acuerdo que un mal juicio. Si esto terminaba en un litigio, iba a durar tres años, los abogados nos iban a costar lo mismo que estamos pagando hoy y la obra no se iba a poder terminar", aseguró el presidente de Enarsa a La Nación.
Balboa se reunió con el dueño de IECSA y terminó de negociar la rescisión de los contratos.
Y, para finalizar, aclaró: "Nunca hablé con el Presidente por este tema. Al único que informaba sobre el avance de la negociación era a (Juan José) Aranguren".
Las centrales operan desde el año 2012. Tras la rescisión de los contratos, Enarsa busca licitar la finalización de estas obras que tienen como objetivo el aporte de más electricidad a la red nacional.
