por Agustin Gulman
17 Julio de 2020 12:20A pesar de que hay indicadores que resultan optimistas en el AMBA, el regreso a la fase 3 de la cuarentena que anunciará el presidente Alberto Fernández este viernes llegará después de una semana donde hubo más de 3.000 casos diarios, con excepción del miércoles, donde se contabilizaron 4.250 y 82 muertos, récord total desde que se desató la pandemia.
Desde hace semanas en el Gobierno analizan con detalle tres datos, más allá del número concreto de casos diarios: por un lado, la evolución del R0 (nivel de contagiosidad), que en la Ciudad esta semana cayó al 1.05 por ciento, lo que quiere decir que los casos de coronavirus aumentan, pero a un menor ritmo. Por otro lado, la ocupación de camas de terapia intensiva, que en el AMBA están al 64 por ciento, con municipios que superan el 80, y la tasa de letalidad, que se mantenía estable pero esta semana registró un leve aumento y si bien a nivel país es de 45 fallecidos por millón, en la Ciudad es de 249 por millón y en el AMBA de 104.
Con estos datos, el presidente definió esta semana aceptar el pedido de reaperturas paulatinas presentado por el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof. Los detalles serán anunciados este viernes, pero se descuenta el regreso de negocios no esenciales, actividad física y paseos recreativos para niños en CABA, y la vuelta de la industria y reapertura de locales en el Conurbano. No habrá endurecimiento del transporte público, que continuaría siendo de uso exclusivo para quienes desarrollen actividades esenciales.
Otro de los datos claves que siguen con atención es el tiempo de duplicación de contagios. En la Provincia, el 1° de julio se duplicaban cada 12 días. Ahora, según detalló a BigBang la subsecretaria de Salud bonaerense, Leticia Ceriani, son cada 17. “Disminuyó la rapidez de los contagios, aunque el número sigue siendo alto. Esto nos permite pensar o estimar que la curva se está aplanando”, indicó. En la Ciudad, la duplicación de casos es aproximadamente cada 20 días.
A pesar de que existen datos optimistas, la reapertura que se anuncie hoy será en el que hasta ahora aparece como el pico de casos, como coinciden buena parte de los infectólogos que asesoran al gobierno.
La clave del regreso a la fase 3 está marcada más por el pulso económico y el respiro mental que representará. En materia económica, el Ministerio de Desarrollo Productivo que conduce Matías Kulfas registró que en junio hubo un incremento de la actividad en comparación con mayo, aunque en el AMBA se desplomó a partir de julio, con el regreso de la cuarentena estricta. En el Gobierno descuentan que julio volverá a registrar una fuerte caída, debido a que es seguro que dos tercios del mes fueron abarcados por las medidas restrictivas.
Aunque Ciudad y Provincia se entusiasman con la idea de que no haya que regresar nuevamente de fase por el aumento de los casos, la estrategia de “abrir y cerrar” - o “stop and go”, como lo llamó Kicillof esta semana - podría volver a imponerse en las próximas semanas si los contagios y sobre todo la ocupación de camas de terapia intensiva aumentan a mayor ritmo.
“Si perdés el control de la pandemia y se acelera mucho y no tenés un buen sistema sanitario tenés que dar un freno, si se controla, se suelta de nuevo”, razonaba ante BigBang un funcionario de peso en la toma de decisiones sanitarias. En la Ciudad, creen que esta “desandada” de la cuarentena será la última aunque aclaran que debe estar acompañada por una fuerte campaña de testeos.
RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL
Uno de los aspectos claves en esta reapertura es la idea de “responsabilidad individual”, es decir, de mantener ciertas medidas de protección y cuidado por uno y los demás para evitar la expansión de contagios. En ese aspecto, será clave la comunicación, en un contexto donde desde hace semanas no hay una fuerte campaña de prevención ni en los medios ni en la vía pública.De hecho, a casi 120 días de cuarentena y cuando para muchos y muchas son más que obvias las recomendaciones elementales (lavado de manos, distancia social, alcohol en gel, salir sólo para cuestiones esenciales) en las calles se continúan viendo algunas escenas curiosas de personas que se amontonan o que no mantienen distancia en el interior de supermercados y comercios.
A eso hay que sumarle que con el paso de las semanas también se volvió más evidente que muchos no respetaban el aislamiento. En muchos barrios de la Ciudad, a pesar de las restricciones, los locales permanecieron abiertos con persianas bajas, incluso varias peluquerías. En la Provincia, esta semana dejaron trascender cierta preocupación por el inminente Día del Amigo (el lunes 20), que obviamente no puede celebrarse con reuniones. Hubo conversaciones entre funcionarios del Ejecutivo con los intendentes para reforzar controles e impedir los encuentros.