por Agustin Gulman
31 Octubre de 2019 13:38La semana que viene se volverá a discutir en la Comisión de Legislación General el resistido proyecto de Ley de Alquileres, uno de los temas que forman parte de la agenda parlamentaria post-elecciones, y que podría ser tratado por el Congreso en los próximos meses. Las claves del proyecto que busca aliviar la carga económica sobre los inquilinos y es resistido por las inmobiliarias.
La discusión se empantanó semanas atrás, cuando el oficialismo se negó a dar quórum en la reunión en comisión. El único diputado del PRO que estuvo presente fue Daniel Lipovetzky, autor de uno de los tres proyectos de ley que deben tratarse antes de ser girados al recinto, quien buscará en los próximos días el consenso necesario para tener un dictamen único. Los otros dos proyectos corresponden al bloque del Frente para la Victoria y a Red por Argentina.
CLAVES DE LA LEY DE ALQUILERES
La iniciativa busca aliviar el peso que representa el alquiler entre los inquilinos. Se trata de un reclamo planteado desde hace años que fue impulsado con fuerza por la red de Inquilinos Agrupados. El primer proyecto data desde el año 2016, y siempre fue muy resistido principalmente por corredores inmobiliarios. Entre otros aspectos, los proyectos establecen:Que los contratos para alquiler de viviendas deberán ser actualizados mediante un índice conformado en partes iguales por la variación mensual del Índice de Precios al Consumidor (inflación) y la remuneración imponible promedio de los trabajadores estables (RIPTE) que deberá ser elaborado y publicado todos los meses por el Banco Central. Los propietarios deberán aceptar garantía real, aval bancario, seguros de caución o garantía personal mediante certificado de ingresos. En caso de ser más de un inquilino se puede sumar los ingresos y los propietarios no podrán requerir garantías que superen el equivalente a cinco veces el precio mensual de la locación. Los contratos de alquiler deberán ser declarados por los propietarios ante la AFIP. Las comisiones inmobiliarias deben ser pagadas por los propietarios, así como los gastos de certificación de firmas, así como cualquier otro gasto que surja a efectos de perfeccionar el contrato. La duración del contrato de alquiler pasa de dos a tres años para viviendas. La ley establece que “el locatario no tiene a su cargo el pago de las cargas y contribuciones que graven la propiedad (impuestos municipales, por ejemplo), ni las expensas comunes extraordinarias”.
Con el objetivo de avanzar en los próximos meses en la sanción de la ley, los tres proyectos de ley detallan que en 2010 había 1.960.675 hogares inquilinos, sobre un total de 12.171.675, lo que representaba un 16,1 %. Además, detallan que en el primer semestre de 2018 el porcentaje de hogares inquilinos residentes en los 31 mayores aglomerados urbanos pasó del 17,7 % al 18,5 %.
RESISTENCIA
Lo cierto es que el proyecto fue muy resistido por las inmobiliarias, que reclamaron modificaciones. “No sabemos si se va a tratar, nosotros planteamos que debe ser vigente el Código Civil y Comercial sin modificaciones”, aseguró a BigBang el presidente del Colegio Único de Corredores Inmobiliarios de la Ciudad de Buenos Aires (Cucicba). En otros puntos, cuestiona la ampliación de dos a tres años para los contratos y asegura que la ley es repetitiva de la que regula la actividad en la actualidad: “Hoy todos los alquileres se hacen con un mes de depósito y desde 2017 en la Ciudad no cobramos honorarios a inquilinos”.
“La ley está consensuada, aunque hay legisladores que no quieren que avance”, se quejó ante BigBang un diputado al tanto de las negociaciones, molesto porque dos semanas atrás el PRO se ausentó en la reunión de comisión. Ahora, se le suma otro factor, no menor: el presidente de la comisión y autor de uno de los proyectos es Lipovetzky, que esta semana asistió al acto de asunción de Juan Manzur como gobernador reelecto en Tucumán, donde hubo decenas de dirigentes peronistas y en el que estuvieron, entre otros, el presidente electo Alberto Fernández. Su viaje, apenas días después de la derrota electoral, no cayó simpático. “Fue muy criticado”, resumían.