La crisis del coronavirus y la disputa en la OPEP encontraron al Gobierno a punto de presentar la ley de hidrocarburos para modificar no sólo lo relacionado a la explotación en Vaca Muerta sino para darle además un marco regulatorio a los yacimientos tradicionales.
Sin embargo en las últimas horas tanto el ministerio de Producción, a cargo de Matías Kulfas, como la secretaria de Energía, que conduce Sergio Lanziani, comenzaron a tender puentes con las petroleras para evaluar los pasos a seguir.
Es que la caída en los precios internacionales del petróleo coincidió en el medio de la presentación de una ley en la que tuvieron una participación predominante la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el ex presidente de YFP, Miguel Ángel Galuccio, muy por encima del resto.
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Por estas horas una de las estrategias que priorizan en Producción es la de volver a instalar un “barril criollo” que estaría en torno a los USD 50 bajo la certeza de que no se produzcan aumentos en el precio que se paga en el surtidor para que la inflación se acelere.“Hay que encontrarse en un punto intermedio. No se pueden aumentar los precios pero tampoco dejar en cero el nivel de inversión”, explican fuentes gubernamentales.
"Hoy es un momento difícil, donde buscamos preservar los puestos de trabajo", sostuvo Kulfas en declaraciones a El Destape Radio, quien agregó que su principal interés es encontrar "un precio del petroleo que aliente la producción y no suba el precio de las naftas".
Mientras tanto existe una fuerte puja dentro de la Casa Rosada por lo que suceda en materia de hidrocarburos. A diferencia de lo que sucedió con la gestión Cambiemos, el presidente Alberto Fernández no tiene en sus planes poner en el centro de la escena a Vaca Muerta, en la provincia de Neuquén.
"La lógica va a ser que la propiedad no este en Vaca Muerta, sino en la producción convencional”, aceptó una alta fuente oficial que remarcó que cuando se puso en debate esa cuestión dentro del Gobierno se sinceraron sobre que la exploración tradicional tiene un tinte cortoplasista.
“No es solo de Vaca Muerta, es una ley para todo el sector de hidrocarburos. Eso incluye a los no convencionales (Vaca Muerta) pero también a los convencionales (recuperación secundaria y terciaria incluidos) y al off shore”, explican desde el Ministerio de Producción.
Esa situación, sumada a la falta de precisiones por parte del Ejecutivo para con los empresarios del sector más la certeza de que la lapicera final está en el Instituto Patria y no en la Casa Rosada se le agregaron las intenciones del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, de poder tener una silla en la Organización Federal de los Estados Productores de Hidrocarburos (OFEPHI).
Desde hace años Buenos Aires intentó conformar ese organismo bajo la premisa de que el 70% del petróleo se refina en territorio bonaerense, pero a diferencia de antes ahora se suma el rechazo que tiene el mandatario provincial para con las empresas productoras que viene de su paso como ministro de Economía.