El gobierno argentino respondió con dureza a las acusaciones y justificativos esgrimidos por Diosdado Cabello, el ministro de Interior y Justicia del régimen chavista, tras el secuestro del gendarme argentino Nahuel Gallo en territorio venezolano. Desde Buenos Aires, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y el canciller Santiago Werthein alzaron la voz para exigir la liberación inmediata del efectivo, en un gesto que busca exponer las prácticas autoritarias de Caracas y movilizar a la comunidad internacional.
Cabello intentó justificar la detención de Gallo, argumentando que sus viajes internacionales y su actividad en redes sociales eran inconsistentes con su salario, insinuando que podría estar vinculado a actividades encubiertas. Sin embargo, la ministra Bullrich desmontó esta narrativa con datos contundentes. "Las mentiras que intentaste instalar se caen en segundos. Acá están los escasísimos viajes de Nahuel Gallo", sentenció al mostrar una planilla que desmentía las acusaciones. En un mensaje cargado de indignación, calificó a Cabello como "un lacayo de una dictadura criminal y cobarde" y advirtió: "Liberá de inmediato a Nahuel Gallo o atenete a las consecuencias".
El canciller Werthein, por su parte, trazó un panorama sombrío de la situación en Venezuela, subrayando la inexistencia de un Estado de Derecho. "Venezuela tiene como rehén a nuestro gendarme. Hay rehenes de países europeos y latinoamericanos, y muertos en cautiverio", afirmó en diálogo con LN+. Además, criticó el silencio de organismos internacionales como la ONU (Organización de las Naciones Unidas) y llamó a tomar medidas contundentes contra el régimen de Nicolás Maduro: "Es momento de que el mundo tome decisiones fuertes. Las sanciones económicas pueden profundizarse para limitar los ingresos que sostienen al chavismo".
Werthein también esbozó una teoría sobre las intenciones detrás del secuestro: "Uno podría pensar que están acumulando rehenes con miras al 10 de enero para extorsionar a países y forzarlos a reconocer un gobierno ilegítimo. Esto es parte de una estrategia de perpetuación en el poder a costa de los venezolanos". La detención de Gallo se produjo cuando ingresó legalmente a Venezuela desde Colombia a través del puente internacional de Táchira, con el propósito de visitar a su pareja, Alejandra Gómez, una ciudadana venezolana. Desde entonces, ella alzó la voz para desmentir las acusaciones del régimen y pedir su liberación: "Somos gente trabajadora".
Entre lágrimas, la joven definió a Nahuel como "un tipazo, un buen hijo, excelente papá y marido". "Lo único que queremos es que vuelva con nosotros y que esto quede como un trago amargo", expresó. La situación generó conmoción en Argentina, donde la opinión pública exige una respuesta firme del gobierno de Javier Milei. En paralelo, organizaciones como el Foro Argentino por la Defensa de la Democracia denunciaron lo sucedido como un "crimen de lesa humanidad" y una violación de leyes internacionales. Elisa Trotta, miembro fundadora del foro, resumió la gravedad del caso: "Eso es el chavismo: un flagelo para toda la región".
En un escenario donde las tensiones entre Argentina y Venezuela ya eran palpables, este episodio eleva la disputa a un nivel crítico. Mientras tanto, la familia de Nahuel Gallo sigue esperando, aferrada a la esperanza de que las gestiones diplomáticas y la presión internacional logren su pronta liberación. Cabe destacar que este lunes, Diosdado Cabello, confirmó la detención del gendarme y sugirió que su presencia en el país tenía un trasfondo más complejo, mencionando que su actividad en redes sociales evidenciaba un estilo de vida que no se correlacionaba con su salario, lo que generó dudas sobre sus intenciones en Venezuela.
Cabello señaló que Gallo había viajado extensamente, lo que llevó a cuestionar su propósito en el país. "Una persona fue detenida. Te metes en su Instagram, viaja por todo el mundo, pero su sueldo es de 500 dólares. ¿Qué venía a hacer a Venezuela? ¿Cuál era su tarea?", expresó, insinuando que el gendarme podría haber estado involucrado en una misión encubierta. En cuanto a la situación legal de Nahuel Gallo, Cabello afirmó que el caso está siendo manejado por la justicia venezolana, que, según él, opera de manera efectiva. "Está en manos de la Justicia, aquí hay una Justicia que funciona de verdad", afirmó el miembro del régimen.