Mientras se debatía el proyecto de ley para ampliar el Registro de Datos Genético, que obtuvo media sanción con 146 votos a favor, 87 en contra y 7 abstenciones, entre lágrimas, la diputada de La Libertad Avanza Lilia Lemoine contó en plena sesión de la Cámara baja que en el año 2006 fue víctima de una violación. "En el año 2006, yo fui víctima de violación, golpeo, secuestro. Mi violador seguía libre y volvió varias veces a mi casa. Yo no lo conocía, estaba loco. La policía supuestamente nunca lo encontró. No sé qué pasó con la causa. Por un violador suelto hay decenas de mujeres, niños que son víctimas o pueden ser víctimas de abuso", expresó.
Al borde del llanto, visiblemente sensibilizada, Lemoine contó que su padre "se sentía impotente" por no haberla podido defender siendo "comisario retirado de la fuerza de la provincia". "Cuento los detalles para que entiendan por un momento lo desagradable que es para una mujer tener que contar todo esto. Y que después en los medios te traten de loca, de drogadicta o de prostituta, como hacen algunos hombres en el poder cuando una mujer los denuncia. A mí, teniendo 26 años, siendo estudiante, trabajadora, los medios llegaron a burlarse de mí, en particular un conductor de televisión de apellido Petinato", detalló.
Y continuó: "Se burló de mi madre porque en el programa del queridísimo Mauro Viale, que nos dio lugar para hablar en vivo y que la causa se mantuviera en los medios para que lo buscaran, mi madre hizo un comentario desafortunado". Además, la diputada destacó la importancia de la ampliación del Registro de Datos Genéticos, una medida impulsada por Patricia Bullrich, argumentando que es necesaria para prevenir delitos, ya que los violadores suelen ser reincidentes. "Durante 18 años guardo una prueba genética, una botellita de agua que el violador usó para tomar, yo no sé si sirve o no sirve, pero la guardo esperando".
Según describió, en aquel año cada vez que el registro de ADN de violadores no se implementaba, ella "lloraba" y se "preguntaba" por qué "esta burocracia de mierda se pone del lado de los violadores y los asesinos". "Muchas mujeres por miedo y por vergüenza no denuncian. Les quiero decir a las mujeres que no tengan vergüenza porque los que hablen mal de ellas cuando denuncian son la basura, son los cómplices y son los que se tienen que callar y sentir vergüenza. Nosotras somos mucho más que un cuerpo, somos un alma y un espíritu, somos todo y tenemos derecho a defendernos", manifestó la legisladora
En su relato, la diputada detalló que "un hombre con el que no hablaba durante varios años, por diferencias tontas y estúpidas de adolescente que tuve, vino a abrazarme en silencio el mismo día en el que yo salí con un moretón en la cara que intenté disimular con maquillaje a lo largo de los medios para explicar que no me habían matado, como decían algunos vecinos". Además, remarcó que ese mismo día hizo "todas las denuncias correspondientes" y la revisaron tres ginecólogos. "Me violaron tres veces en un día, cuatro. Mi padre, siendo hombre, lo sufrió terriblemente", dijo, en medio de un brote de llanto.
En el marco del debate por el proyecto de ley de ampliación del Registro Nacional de Datos Genéticos, la legisladora libertaria señaló que durante 18 años conservó una botella de agua que, según dijo, su violador utilizó para beber. "No sé si sirve o no sirve, la guardé esperando. Y cada vez que el registro de ADN de violadores no se implementaba, yo lloraba y me preguntaba por qué esta burocracia de mierda se pone del lado de los violadores y los asesinos, de los abusadores del poder, de la fuerza, del poder desde todos los estratos de la sociedad", advirtió y cerró: "Es importante que el registro esté en manos de las fuerzas de seguridad".