por Gonzalo Prado
08 Mayo de 2018 07:50El presidente Mauricio Macri quiere tener en todos los distritos boletas fuertes con candidatos con instalación propia, que no necesiten reforzar mucho en la campaña, todo por el objetivo central de lograr una victoria en primera ronda. Para eso necesita cosechar el 45% de los votos positivos o tener 40% y una diferencia de 10 puntos con el segundo.
Para eso, desde la Casa Rosada quieren que la diputada nacional Elisa “Lilita” Carrió renuncie a su cargo y sea la candidata a senadora nacional por la Ciudad. De esta forma, la boleta porteña estaría compuesta por el propio Macri, seguido por Lilita para senadora.
¿Por qué quiere esto el presidente? La fórmula le permite poner una primera cabeza a diputado nacional que no sea tan fuerte y mantener la fórmula para jefe de Gobierno con Horacio Rodríguez Larreta. Tanto en Balcarce 50 como en Uspallata coinciden de que esa papeleta podría superar con facilidad el 51% que cosechó Vamos Juntos en octubre.
Sin embargo, no todo es tan simple. El apuro que tienen en el entorno de Macri por cerrar las listas cuantos antes contrasta con la estrategia a largo plazo que lleva adelante Rodríguez Larreta en la Ciudad y con el pedido de tiempo de Carrió.
Larreta, Lilita y Carrió durante el lanzamiento de Vamos Juntos
Luego de un fuerte almuerzo a fines del año pasado en Villa La Angostura, Rodríguez Larreta entendió la orden de Macri de cerrar Cambiemos en la Ciudad, para lo que necesita incluir dentro del armado a la Unión Cívica Radical porteña y, por ende, al actual diputado nacional, Martín Lousteau.
El rechazo del PRO a la figura del ex ministro de Economía de Cristina Fernández de Kirchner es tal que en el búnker en las elecciones pasadas se festejó más los 30 puntos de diferencia con él, que la victoria en la provincia de Buenos Aires.
Terremoto Carrió: el año del 50 por ciento y el amor-odio con el Gobierno
Después vino el conocido operativo limpieza en donde se removió a todos los dirigentes del radicalismo porteño de los distintos organismos de Gobierno que se pudo. “Se frenó cuando el mensaje se entendió: acá cargos no hay así nomas”, explicó una alta fuente oficial. Pero las negociaciones siguieron -y siguen- su marcha. Comandadas principalmente por el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, tiene una fecha límite: enero del año que viene.
Macri quiere que Carrió repita como candidata en 2019.
Lilita también tiene su propio tiempo. Abocada de lleno a dos cuestiones de la actualidad (investigar a quienes mayor rédito sacaron de la corrida bancaria y el destino de los subsidios para las tarifas de servicios) ya le dejó bien en claro al presidente que no tiene ganas que apuren sus decisiones. A diferencia del año pasado, cuando lograron convencerla de que no sea candidata en la provincia, Lilita ahora se siente con más espalda. “No estamos en la mesa de todas las discusiones, pero nos escuchan y con eso nos alcanza”, repiten en su entorno más cercano.
Carrió no desmiente, ni siquiera su entorno, la intención de la Casa Rosada de que sea candidata a senadora; pero por ahora prefiere la cautela y esperar. “Falta mucho, hay otros nombres. Pasa más por una ansiedad del PRO que por un pedido de Lilita”, contaron desde la Coalición Cívica. Esto no quiere decir que rechace esa tesitura y que no será candidata. Sino que todavía falta tiempo.