El juez federal Claudio Bonadio procesó y ratificó la prisión preventiva a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la causa de la fotocopia de los Cuadernos. La acusó de nuevos delitos vinculados a la causa por corrupción entre funcionarios y empresarios de la obra pública. La Cámara Federal ya le había confirmado un primer procesamiento en el expediente.
Bonadio detalla en la nueva resolución que la prisión se hará efectiva una vez que el Senado apruebe el desafuero, algo improbable en el futuro cercano. En la ampliación del procesamiento, el magistrado definió que era “inverosímil” la versión de la ex presidenta, que en una de las indagatorias rechazó las acusaciones en su contra.
Para el juez federal, la declaración de Cristina resultaba “inverosímil, aún si se tiene en cuenta que el destinatario del dinero recolectado en el ámbito del Ministerio señalado era el secretario privado de Presidencia y este era entregado, principalmente, en un domicilio de su propiedad”.
El fallo de Bonadio llega en medio de una jornada cambiaria muy caliente. Además de apuntar a la ex presidenta, Bonadio procesó al dueño de Electroingeniería, Gustavo Ferreyra, el único empresario detenido en la causa, ya que el resto declararon como arrepentidos y quedaron en libertad, aunque procesados. También fue procesado el ex secretario de Coordinación del área de Planificación, Roberto Baratta, como organizador de la banda.
Según Bonadio, las nuevas pruebas confirman la existencia de “varios sistemas de recaudación que funcionaban en el ámbito del citado Ministerio, en lo concerniente a la obra pública, las concesiones vales y el transporte, cada uno con una forma establecida y personas encargadas de coordinar y retirar los pagos por directivos de empresas con contratos de obra pública o concesionarias de servicios públicos”.
Para el juez, no se trató de episodios aislados, sino que hubo un “claro mecanismo de recaudación ilegal que se desarrolló durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner”.