Luego de una semana en la que la Justicia le embargó a Florencia Kirchner US$ 5.676.168, se conoció el detalle de la herencia que Néstor le dejo a su familia. Plazos fijos, empresas, propiedades y un auto.
La herencia de Néstor Kirchner, en la mira de la Justicia.
Un documento, al que accedió Clarín, la fortuna del ex presidente ascendía al 27 de octubre del 2010 a un total de bienes por 60.440.299,66 pesos.
El detalle de esa herencia consistía en veinticinco propiedades, participaciones societarias en tres empresas, un auto, y depósitos bancarios por $33.791.077, los cuales Kirchner había invertido en 19 plazos fijos.
Los millones de dólares encontrados en las cajas de seguridad de Florencia.
Pese a que el ex jefe de Estado falleció en 2010, el monto final de la herencia se conoció cuatro años después de su muerte, el 3 de septiembre de 2014, cuando el contador de la familia se acercó hasta el juzgado de Río Gallegos que tramitaba la sucesión para aclarar a cuánto ascendía la fortuna del ex mandatario.
Florencia heredó el 25 por ciento de los plazos fijos de Néstor.
Ante las denuncias de la diputada Margarita Stolbizer sobre supuesto ocultamiento del patrimonio y manejos financieros sospechosos, surge la incógnita acerca de cuánto dinero generaron esos depósitos en esos cuatro años, cálculo que la familia Kirchner aún no explicó.
La cuenta podría determinar si es posible que las cuentas de la menor de la familia Kirchner registren más de 5 millones de dólares o si compromete aún más su situación patrimonial, ya que según ella misma dijo, el dinero hallado en su caja de ahorro “proviene de la sucesión de mi padre y de la cesión de bienes gananciales que efectuara mi madre, de acuerdo a la ley, y que consta en el expediente sucesorio”.
La herencia del ex presidente se conoció cuatro años después de su muerto.
Se debe tener en cuenta que Florencia heredó el 25 por ciento de esos 33 millones. Ese enigma financiero, como tantos otros de esta trama, no está esclarecido ni por la Justicia ni por la familia Kirchner.
A pesar del extremo perfil bajo que mantuvo durante las presidencias de sus padres, ahora los cañones de la Justicia apuntan hacia Florencia, quien tras la muerte de su padre se convirtió en accionista de las tres empresas familiares. Entre esos negocios es dueña de parte de la cadena hotelera familiar, que incluye el Alto Calafate, y de una inmobiliaria que da ganancias millonarias.