07 Abril de 2023 11:07
El anuncio de Mauricio Macri en el que confirmó que no competirá como precandidato a presidente en la interna de Juntos por el Cambio (JxC), revolucionó su espacio político y generó que tanto el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, como la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, deban apurar algunas de sus decisiones electorales de cara a las PASO. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), bastión macrista desde hace más de 15 años, está en el centro de la negociación.
Desde la principal fuerza opositora tienen en claro que aun en el peor panorama posible, la Capital Federal debe quedar con su representación. Esta es una de las principales preocupaciones del ex presidente de Boca Juniors, quien renunció a la disputa por el sillón de Rivadavia pero dejó algunas directivas a los precandidatos para que cumplan a cambio de su retirada.
En ese escenario no es a Bullrich a quien le caen las peores presiones, sino a su rival. El convencimiento de Macri es que Larreta tiene un acuerdo ya cerrado con Evolución radical de Martín Losteau para que sea el próximo jefe de Gobierno, aunque públicamente el mandatario porteño asegura que su favorito para la interna es su ministro de Salud, Fernán Quirós, quien creció mucho tras la pandemia de Covid-19.
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Por otro lado, el médico no es el único del larretismo en carrera por gobernar la CABA., ya que también está su ministra de Educación, Soledad Acuña. El problema es que ninguno de esos tres estaría en los planes del ex presidente, quien quiere que su apellido se mantenga presente en la Ciudad y presiona para que Jorge Macri sea el futuro mandamás porteño.Justamente el ex intendente de Vicente López es el hombre que quiere Bullrich allí, lo que fundamenta las sospechas del larretismo acerca de que no es que Macri se haya bajado de ser candidato, sino que apoya a su ex ministra de Seguridad entre 2015 y 2019.
El desdoblamiento de las elecciones también es un elemento fundamental en la negociación del PRO. El plazo máximo para informar que se votará en jornadas distintas es el próximo jueves. Es una tradición que no se vote el mismo día jefe de Gobierno y presidente. Aunque esta se rompió en 2019, cuando Macri insistió en votar todo el mismo día y arrastrar los votos porteños para sumar a su pelea nacional.
Al mismo tiempo, que Jorge Macri quede como principal candidato lo dejaría virtualmente como jefe de Gobierno. Y es algo elemental a la hora de negociar entre los pesos pesados del PRO. Cualquier candidato o candidata de unidad de su espacio, ganaría la CABA caminando. Esto se desprende de las encuestas y de la debilidad de la oposición porteña para postular un rival que ponga en peligro la subsistencia macrista en la Capital.
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Más allá de la época en la que Fernando "Pino" Solanas y Daniel Filmus no se ponían de acuerdo para lograr una candidatura opositora fuerte, y dividían en tres partes el electorado de la Ciudad, la última persona que puso en jaque la estructura de poder porteña del PRO fue Lousteau, en ese ballotage de 2015 en donde casi da el batacazo.Justamente el ex ministro de Cristina Fernández de Kirchner antes de la crisis con el campo en 2009 es el que le está proponiendo un plan a Larreta para lograr un desdoblamiento concurrente. Es decir, votar el mismo día pero con los cargos porteños bajo Boleta Única (de papel o electrónica), y los nacionales de la forma tradicional.
Los argumentos de los radicales para lograr ese escenario se basan fundamentalmente en que esto debilitaría al liberal Javier Milei, algo que no está nada garantizado en caso de ir a una votación unificada, por el arrastre de su nombre entre los y las votantes de la Ciudad.
Mientras tanto, Larreta se tomó el fin de semana para sacar conclusiones con la gente de su riñón. Las elecciones ya no son algo lejano en el horizonte y hay muchas definiciones que tomar, entre tantas presiones de sus funcionarios y los otros espacios de la interna PRO. La noticia de que Mauricio Macri no será parte de la interna puede ser buena o mala para sus objetivos, ya que si bien su ausencia es vital, acceder a sus presiones no le dejaría los mejores resultados y terminaría favoreciendo a Bullrich.