En la misma jornada en la que Mauricio Macri homenajeó al ex presidente y referente de la UCR, Arturo Illia, por la noche, en el bar Los Angelitos, diputados del PRO y el radicalismo protagonizaron una cena de "camaradería" en la que el macrismo buscó calmar las molestias de su socio de bloque.
Macri, en el acto de homenaje a Illia. Entregó una placa a Aliberto Rodrigañez Ricchieri.
En la cena encabezada por Emilio Monzó, presidente de la Cámara de Diputados, junto al titular del bloque legislativo del PRO, y su par del radicalismo, Mario Negri, se analizó los resultados obtenidos en el Congreso durante el primer semestre, aunque el encuentro también sirvió para limar tensiones con un sector de la UCR cada vez más descontento con el acercamiento entre el PRO y el peronismo.
“Ellos están preocupados porque estamos buscando algún acuerdo con el peronismo para lo que viene. Les molesta nuestra posición de apertura y diálogo porque dependemos cada vez menos de ellos”, expresó una alta fuente del bloque PRO a BigBang.
Massot y Negri, presentes en la cena de "contención" al radicalismo.
Lo cierto es que el plato principal, lomo salteado con papas al horno a la crema, fue testigo de un encuentro en el que Massot y Negri afianzaron su trabajo como presidente de los bloques.
“Hicimos un balance de las leyes y hubo mucho reconocimiento de nuestra parte hacia ellos”, expresó otra fuente parlamentaria a BigBang. Y agregó: “Fue un encuentro muy bueno, de camaradería”.
Es que el PRO sabe del enojo del radicalismo por los escasos cargos que ocupan en las provincias y en los organismos nacionales. Las críticas más fuertes apuntan hacia la forma de articular las políticas nacionales del jefe de Gabinete, Marcos Peña.
El radicalismo tiene en la mira a Marcos Peña.
El malestar del radicalismo es tan profundo que no cesó, incluso, durante el acto en el que Macri recordó a Illia. Algunos referentes de la UCR se molestaron al enterarse de que el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, quien lleva adelante las negociaciones entre el Gobierno y las Provincias, estaba en Córdoba junto al gobernador Juan Schiaretti. Se trató de un gesto que molestó.
Las versiones en torno a la posibilidad de que el radicalismo compita con el PRO en la legislativas de 2017 se acrecientan, aunque ninguno de los interbloques se anima a vaticinar la primera ruptura del gobierno de Cambiemos.
Para graficar el cuadro de situación dentro del bloque, un diputado explicó: “La semana pasada me costó mucho que los radicales se alisten detrás de la aprobación de la Ley del Arrepentido y la extinción de dominio. Es más fácil acercar posiciones con el Frente Renovador que con ellos”, confió. La cena de ayer tal vez logró calmar los fuertes vientos de una tormenta que podría aproximarse.